En Baja California Sur 658 embarcaciones pescan tiburón
La Paz, Baja California Sur.- De acuerdo a datos ofrecidos por Francisco Rubén Baiza Serrano, subdelegado de Pesca de la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca), en Baja California Sur (BCS) existen 658 embarcaciones que capturan tiburón, así como 99 unidades económicas con permiso para su aprovechamiento, el cual sólo no está permitido durante los meses de mayo, junio y julio.
La Conapesca registra que en el Golfo de California (GDC) son capturadas al menos 30 especies de tiburones, las cuales se reparten en 12 familias, siendo las especies de mayor abundancia en las capturas aquellas que pertenecen al orden Carcharhiniformes.
Debido al amplio intervalo de temperatura en la zona, reporta la Conapesca, la incidencia tanto de especies de aguas templadas como de aguas tropicales es trascendentalmente alta, conviviendo así por lo menos 54 especies, si se toma en cuenta a tiburones y elasmobranquios como las rayas, lo que acumula cerca del siete por ciento del total mundial de especies, que ronda las 800.
En el GDC se encuentran desde especies gigantes filtradoras tropicales, como la manta y el tiburón ballena, hasta depredadores tope de aguas templadas como el tiburón blanco y el tiburón mako; asimismo habitan especies endémicas, como el tiburón gata y la raya lija; y algunas especies de tiburón martillo y tiburón coludo tienen una distribución muy extensa, siendo raros en otras partes del planeta pero muy comunes en el golfo.
La Conapesca reporta que la captura anual promedio de tiburones en el GDC es de 12,210 toneladas, mientras que la máxima producción para el área se registró en 1979, con 16,780 toneladas. Además, la dependencia añade que “en general, se desconoce la proporción de la captura y las especies exactas que son capturadas en las pesquerías de manera incidental”.
Cabe destacar que los tiburones representan uno de los recursos pesqueros más vulnerables, debido a que son susceptibles a sobreexplotaciones, al rápido crecimiento de las pesquerías no reguladas, al comercio sin restricciones, a altos niveles de mortalidad por captura incidental y a la degradación de su hábitat.
