“El mundo de la literatura mexicana está dominado por el narco”: Armando Alanís
La Paz, Baja California Sur.- El poeta Armando Alanís Pulido, fundador y creador del proyecto Acción Poética, que actualmente se lleva a cabo en más de 30 países, presentó en la Feria del Libro de La Paz el poemario “Balacera”, con el que recibiera la mención honorífica del Premio Internacional de Poesía Gilberto Owen Estrada.
“Es un libro que me hubiera gustado no escribir”, confesó el regiomontano durante su presentación, explicando que se trata de una obra que realizó durante el embate de violencia más agudo que viviera el estado de Nuevo León en toda su historia, una marejada que tocó prácticamente a todas las familias de Monterrey.
“Lo que intento hacer con ‘Balacera‘ es dar mi versión de los hechos y provocar una reflexión”, señaló Armando Alanís, precisando que su libro es entonces el testimonio de “alguien que sobrevivió a una ola violenta”.
El impacto del crimen causado, anotó el poeta, ofrece tal influencia que “el mundo de la literatura mexicana está dominado por el narco”, dijo, aunque precisó que lo señala “en el buen sentido, porque tenemos muy buenos autores”, sostuvo, mencionando a “Élmer [Mendoza], Juan José Rodríguez, [Luis Humberto] Crosthwaite, [Eduardo Antonio] Parra, Carlos Velázquez”.
Sobre el proyecto Acción Poética, creado hace cerca de 20 años, recuerda que “en los momentos feos de Monterrey” continuó operando, como un acto de valentía y rebeldía.
“Yo puse frases, obviamente sublimadas, que tenían que ver con el asunto, con lo que nos pasaba en la ciudad en ese momento, con la policía, y puse varias frases, pero me acuerdo de una muy interesante que decía ‘que sólo estalle tu risa’, y suena bonito, está padre, pero la pusimos en lugares donde habían estallado granadas de fragmentación que aventaban los narcos muy comúnmente en Monterrey en esa época; cerca del estadio pusimos una que decía ‘disparos, pero sólo a gol’; la gente decía ‘¡es que estamos expuestos!’, y yo puse una frase que decía ‘también estamos expuestos al amor’; y la gente lo entendió, le gustaron”.
Análisis de “Balacera”
“Balacera” debe leerse en un aliento, después de todo, quién tiene tiempo de cualquier cosa en medio de las balas, además de huir o defenderse. Armando Alanís Pulido construye uno de los eslabones más importantes de su carrera poética, mostrando madurez y raciocinio traducido en economía del lenguaje, humor crítico y la construcción magistral de una narrativa poética.
Alanís Pulido ofrece, a través de cuatro capítulos -“Bala perdida”, “Se balacean poetas a domicilio”, “Chulas fronteras” y “Unas líneas”-, la perspectiva filosófica de la vida del narco, un narco y lo narco, sin embargo, no es un libro sobre narcotráfico, sino un poemario que escudriña la ponzoña de un sistema político criminal; el dolor de una raza oprimida, temerosa y perezosa; y el enfrentamiento del ser, espectador y protagonista, a la barbarie civilizada, controlada, dosificada, real pero increíble.
En “Bala Perdida”, Alanís transita por retratos de la cotidianeidad que lastima, como en el poema “Tonalidades”:
Ellos inocentemente iban pasando…
Platicaban de lo mal que anda su equipo,
del amarillismo de los medios, del asunto económico…
Luego el rojo:
la troka,
la sangre,
la nota: mueren inocentes en fuego cruzado.
Añadiendo, como en el resto de los capítulos, notas al pie que algunas veces se agregan al poema como parte integral y otras agregan datos contextuales o suman elementos ficticios que crean un ambiente de mayor verosimilitud, como en el último verso de “Ráfaga”:
y lo peor es que no son advertencias, son el notorio
[desastre de nuestras almas.
Y al pie de la página se lee:
“El último verso se tomó de la penúltima declaración de un funcionario antes de declarar que no haría más declaraciones”.
Ya lo dije, el humor está presente en todo el libro, pero en lo particular se observa mayor intención en el segundo capítulo, “Se balacean poetas a domicilio”, y es evidente desde el título.
Un ejemplo es “Este (poema) será noticia”:
Escribí un poema trabajosamente ejecutado…
Pero lo desaparecí porque todos lo relacionaron
[con el narco.
Y escribe al pie:
“El autor pasó los exámenes de confianza”.
En “Se balacean poetas a domicilio” incluso nos encontramos con una canción, que el poeta titula “El rap del decomiso”, y sugiere “leer o rapear con voz ronca”. Además, añade ejercicios a manera de evaluación escolar, realizando preguntas de opción múltiple para construir un poema donde existe interacción con los lectores, logrando, además de un juego estético propositivo, la oportunidad de lograr un acercamiento lúdico al texto.
Al llegar al tercer capítulo, “Chulas fronteras”, Alanís realiza un trabajo de intertextualidad “corrompiendo”, dice él mismo, “La sueva patria”, de Ramón López Velarde, ayudándose de epígrafes que muestran estrofas de Juan Gabriel, El Piporro y Rigo Tovar, haciendo alusión a ciudades como Tijuana, Laredo y Reynosa.
Armando Alanís Pulido finaliza, como debe ser, con “Unas líneas”, un capítulo construido de aforismos y reflexiones que no rebasan más de dos renglones pero se extienden hasta lograr diálogo con el otro, tú, que sobrevives en la “Balacera”.
