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Renato Morales, un cabeño que viaja por México de semáforo en semáforo

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La Paz, Baja California Sur.-Renato Morales es un malabarista de San José del Cabo, tiene 21 años de edad y su mayor pasión es viajar. Encontró en el arte urbano la combinación perfecta de sus aficiones y confía en que su vida continuará así por mucho tiempo.

“Fue casi casi coincidencia”, platica al hablar de sus inicios, entrevistado en el cruce de las avenidas Luis Donaldo Colosio y Mariano Abasolo, donde descansaba comiendo pizza. “Como a los 16 años fue que, de puro juego, empecé con unas pelotas como entretenimiento, y después una amiga me prestó unas clavas y las agarré y las empecé a usar y fue con lo que empecé, y la neta no pensé que terminaría siendo a lo que me iba a dedicar, pero ya ves cómo son las cosas […] Cuando empecé la primera vez a trabajar en semáforos yo estaba en Xalapa, estaba trabajando dando clases de natación a niños, y justamente ahí fue donde agarré las pelotas […] Había mucho arte urbano en los semáforos, entonces un día me motivé y dije ‘vamos a intentar, a ver qué show’, aparte que, pues, no me súper fascinaba dar clases en una escuela de natación, y cuando lo intenté dije ‘ah, órale, chingón, está chido, me divierto, hago algo como entrenamiento y aparte me están pagando por hacerlo’, y ahí fue cuando me empecé a motivar”.

Renato Morales Malabarista Malabares trabajo calle 3

Actualmente domina el monociclo y los malabares con fuego o punzocortantes, como parte de sus espectáculos más arriesgados, pero éstos únicamente los pone en práctica fuera de su tierra natal, muestra, pues ahí no se lo tienen permitido. Fuera de San José del Cabo, sus jornadas llegan hasta 6 horas al día, mientras que en su ciudad apenas trabaja una hora al día, para evitar encuentros con inspectores fiscales.

“Vengo aquí a La Paz a chambear porque en Los Cabos no está permitido el semaforismo, y aquí sí […] Una vez tuve la desgracia de que me quitaron un monociclo y 3 clavas […], tuve que pagar una multa de 1,000 pesos y desde ese entonces no llevo monociclo ni clavas, así que con lo que juego es el contact, una esfera ilusoria, otro tipo de malabar que es un poco más discreto […] Siempre hay mucho prejuicio, siempre la gente, no todos, pero siempre hay gente que no está realmente viendo el trabajo que estás dando, sino más bien piensan ‘¿por qué le voy a cooperar?, que se ponga a trabajar, eso es de vagos’, y cosas así, pero creo que eso pasa por la apariencia, porque muchas veces no venimos vestidos como para un show, y eso deja ver no al personaje que pudieras intentar representar, sino a la persona que eres, entonces es normal, es la naturaleza de las personas, somos juzgones, así somos, siempre va a existir eso, pero en general, dependiendo de cómo sea la presentación que hagas, se va perdiendo un poquito de ese prejuicio”.

Renato Morales Malabarista Malabares trabajo calle 4

Renato asegura que sus mejores maestros los ha encontrado en la calle y You Tube, por lo que se considera autodidacta. Además, opina que los malabares son especie de “sana adicción”, donde el cuerpo y la mente deben coordinarse en gran medida.

“Me preguntan bien seguido ‘¿cómo aprendiste, quién te enseñó?’, y yo siempre les respondo que aprendí solo, porque únicamente es conseguirte el material que necesitas, los malabares que requieres para poder practicar, y familiarizarte con el objeto […] Es algo que se vuelve obsesivo, se vuelve un vicio, pero pues un vicio bastante sano, porque usas tu equilibrio, usas coordinación, todo el tiempo estás trabajando la mente y el cuerpo, aparte de que el malabar es infinito, nunca vas a terminar de conocerlo, siempre hay algo nuevo qué practicar, siempre hay algo nuevo qué ver […] Tengo rato que no vivo con mi mamá, porque la neta a mí me late viajar y de esto es de lo que yo vivo y, a parte, con lo que también viajo, y es la ventaja, que a cualquier logar puedo llegar y trabajar de esto […] No me puedo quejar, la neta, en general siempre me va bien, unas veces más que otras obviamente, pero, pues, económicamente, la neta, pues sí está chido, y yo me he dado cuenta cómo, desde que empecé, pues tenía un nivel muy básico, y aún así salía, y yo me he dado cuenta cómo con el tiempo, conforme me he vuelto más mejor (sic), ahora sí que más mejor en lo que hago, pues a la gente le gusta más y coopera más”.

Así, Renato vive el día a día, descubriendo nuevos trucos para sobrevivir en el gran circo de las ciudades, donde si además de dinero se obtienen sabiduría y aplausos, el camino es corto para ser feliz.

Renato Morales Malabarista Malabares trabajo calle 1

“Nunca falta que vayan familias en el carro y los niños aplaudan, y ese tipo de cosas se me hacen muy chido, los aplausos siempre van a enriquecer a un artista” “traten de no juzgar a un artista urbano por su apariencia, denle la oportunidad de mostrar su trabajo, no es a fuerza un a cooperación, pero darse el tiempo para ver, al final de cuentas el show es para todos, no cuesta nada, pero si gustan cooperar muchas gracias”.

El Informante de Baja California Sur

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Iván Gaxiola

Iván Gaxiola

Reportero de El Informante Baja California Sur