HABLE COMO HABLA | ¿COLUDOS O RABONES?
A través de sus acciones, algunos paceños han dejado en claro que el Covid-19 no es motivo suficiente para quedarse en casa.
Por un lado, en este mismo espacio editorial hemos levantado la voz para animar a los gobiernos locales y empresarios a crear una estrategia para la reactivación económica en Baja California Sur (BCS) ponderando el cuidado de la salud. Sin embargo, otra cosa es que cientos de paceños sean vistos en diversas zonas de la ciudad realizando actividades físicas y recreativas como si fuera un día común; y la autoridad omisa.
Lejos de criticar a quienes han decidido arriesgar su vida saliendo a caminar en algunas zonas del malecón, en la carretera federal que lleva al aeropuerto, así como en alguna zona de vados al sur de la ciudad, la crítica es para nuestras autoridades, quienes presumieron decretos y medidas a seguir sin que estas se hayan logrado.
Recientemente, el gobernador dijo que reactivar a BCS dependía de nosotros, de nuestra capacidad de permanecer en casa y con ello contribuir a reducir los casos de contagio por coronavirus. Sin embargo, mientras algunos paceños salgan a la calle a exponerse, porque no hay una estrategia definida en salud para realizar actividades al aire libre, la reactivación económica de la región seguirá en veremos.
Ahora, el problema no es sólo de estos paceños. El problema está en que las autoridades apostaron a que los filtros de revisión serían suficientes para el control de personas en la vía pública. Esos filtros no tienen razón de ser. Esos elementos deberían de subir a sus unidades móviles y patrullar la ciudad para lograr un ordenamiento. Es más, el problema no es que la gente ande en sus vehículos -paseando o realizando su actividad esencial– sino que estas personas no se amontonen en algún punto.
Si el paceño no soporta el encierro, y el dinero en casa lo permite para cargar combustible, se debe permitir el libre tránsito en los vehículos y que así las familias tengan una distracción. Repito, el problema no es que una familia salga a pasear en su vehículo. El problema sería si esa familia acude a lugares públicos sin que esto este permitido, y sin las medidas sanitarias necesarias.
O todos coludos o todos rabones, pero no se vale que los filtros de revisión sean cuellos de botella sin oficio ni beneficio. Tampoco se vale que algunas personas anden, a cualquier hora del día, realizando actividades recreativas cuando los empresarios no encuentran la forma de sostener su nómina sin generar una ganancia. Es injusto que los gobiernos no den un paso hacia la reactivación económica ordenada pero se tolere que en pleno malecón, por citar un ejemplo, la gente circule a pie.
Será imposible que la sociedad permanezca en casa. Hemos visto que circulan muchas autos, que muchas personas salen a caminar, que hay empresarios -formales e informales- que buscan la forma de obtener una ganancia. Derivado de lo anterior, sin minimizar el cuidado de la salud, se debe trazar la estrategia para la nueva normalidad.
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