HABLE COMO HABLA | ENEMIGO PÚBLICO
El transporte público en Baja California Sur (BCS) está colapsado y no hay autoridad que haga valer las leyes a favor del usuario, o por lo menos de forma equitativa.
Recientemente, de una patada, los transportistas lograron que los diputados desechara la Ley de Movilidad propuesta por el Gobierno de BCS. Si bien es cierto, dicha ley fue cuestionada y rechazada por no satisfacer las necesidades, según sus detractores, también es cierto que los concesionarios del transporte, tras ganar el primer round, volvieron a hacer de las suyas en contra de los sudcalifornianos.
Ahora, según criterios válidos pero que no corresponden a la prestación del servicio, los concesionarios piden que la tarifa del transporte público suba de 10 a 14 persona para pasaje general, y de 5 a 7 pesos para estudiantes y personas de la tercera edad.
Desde mi punto de vista, con este tipo de peticiones, los concesionarios del transporte pasaron a ser el enemigo público de la sociedad. Ahora sí están matando a la gallina de los huevos de oro: el usuario.
¿Alcanza el salario mínimo para pagar un servicio del transporte público? o mejor esta pregunta: ¿las unidades del transporte público están a la medida del precio que pagamos, o de lo que exige la ley? Las unidades que hoy circulan no tienen aire acondicionado en una ciudad en la que fácilmente llegamos a los 35 grados centígrados, incluso en algunos días de invierno. No emiten factura -en el caso de los taxis- pese a que asegura que lo pueden hacer. Suban a más personas de las que la unidad soporta o tiene permitido. en fin.
Hoy, más que nunca, necesitamos sensibilidad de parte de nuestras autoridades. Aprobar un incremento a las tarifas del transporte es declararse enemigo público de la sociedad. Eso tiene un costo político que nadie quisiera pagar en las próxima elecciones.
Lamentablemente, los concesionarios del transporte se siente protegidos derivado del apoyo ilimitado que ha prometido Víctor Manuel Castro Cosío y Leonel Efraín Cota Montaño. Ambos, funcionarios activos del Gobierno de México, han solicitado abiertamente que los representantes populares apoyen a los transportistas, olvidando así, que el pueblo pone y el pueblo quita.
La moneda está en el aire. Ellos ya pidieron aumento. Consideran que sus unidades -chatarra-, la música que ofrecen durante el traslado y la pésima imagen personal valen un incremento de 4 pesos en la tarifa. Sólo nos resta confiar en el Cabildo de La Paz, en este caso, para que no aprueben ningún incremento mientras las unidades del transporte no sean modernizadas COMO MARCA LA LEY.
Ya lograron que la Ley de Movilidad fuera desechada. Aunque no les resultó de todo, evitaron la regulación del transporte público. ¿Ahora nos someterán a sus caprichos de aumentar a 14 pesos un viaje en el transporte público?
CANI CANI…
Yuan Yee Cunningham continúa recorriendo Baja California Sur en busca de la simpatía de más perredista. Ayer anunció que Víctor Lizárraga y Javier Obregón regresaban al sol azteca para apoyarlo a lograr la dirigencia estatal del partido. Ante esto, me vino una pregunta a la cabeza, y salvo su mejor opinión, no se si aplique en estos casos: ¿más vale malo por conocido que bueno por conocer? Es decir, ¿le suman a Yuan este tipo de simpatías después de la inactividad pronunciada de uno de ellos y que el otro viene de un proyecto panista?
Lo cierto es que el PRD necesita respirar aire fresco. El partido, sepultado por Acción Nacional en las pasadas elecciones derivado del tipo de trueque político que hicieron ambos, podría desaparecer si no hace algo extraordinario.
¿Es Yuan Yee la solución? El tiempo lo dirá.