HABLE COMO HABLA | RUBÉN MUÑOZ, ¡DECISIONES!
Quienes decidieron abandonar su equipo político pensando que conservarían el empleo como funcionario en el Ayuntamiento de La Paz se equivocaron al medir los costos-beneficios. Es decir, quienes abandonaron el equipo de Rubén Muñoz Álvarez para sumarse al equipo de Víctor Castro Cosío debieron entender que esta jugada tiene repercusiones políticas y morales.
Hace un par de días alguien pretendía acusar al alcalde de pedir la renuncia a quienes manifestaron su suma al proyecto de Castro Cosío. Sin poner lo anterior en duda, porque podría ser cierto, pensé que cada quién es responsable de sus actos. No es necesario que te despidan cuando tu interés está en otro proyecto. Estoy de acuerdo, el alcalde no debe despedir a nadie; son ellos los que tienen que renunciar.
No se trata de buenos o malos. Se trata de ser responsables y congruentes en la toma de decisiones. Cuando tomo la decisión de moverme hacia algún sitio debo tener claro que estoy dejando otro vacío. No se puede estar en dos lugares al mismo tiempo, y si fuera posible no es políticamente correcto.
Hace unos días platiqué con el alcalde paceño. Mi primera pregunta fue directa: ¿Se siente traicionado? Tajante respondió que no hubo traición, me dijo: hubo decisiones. No entendí en primera instancia su respuesta. Le dije: yo creo que hubo traición. Reiteró que lo único que hubo fue la toma de decisiones, y parte de su equipo había decidido irse. Me pareció interesante la respuesta, pero más la forma en la que encaró la situación.
Jamás denostó a ninguno de los ausentes. Habló de la forma en la que cada uno llegó. Insistí en la “traición” y me dijo que un líder no ata, y pese a que muchos esperaban que él fuera el candidato a gobernador por Morena, al no ser así decidieron irse.
Volví a insistir con mi postura, y no era para menos. Soy de los que piensan que la amistad y la confianza no tienen letras chiquitas, se es o no se es. Es más, siendo más exagerado, esto es como un matrimonio: no te vas con la primera persona que te sonríe bonito, primero, por un tema de fidelidad, segundo, porque tras una bella sonrisa existe un sinfín de situaciones que puedes vivir, y el arrepentido puede volver pero jamás vuelve a comer igual.
Cuando Rubén Muñoz conformó su equipo de trabajo pensó en integrar a funcionarios de tres años, personas con perfil y temple, como lo haría cualquiera de nosotros cuando monta un negocio, por ejemplo. Sin embargo, como lo dije antes, algunos funcionarios se desesperaron al ver que para Rubén Muñoz no había premura en participar en el proceso electoral sólo por hacerlo.
Siempre fue claro, era la gubernatura el proyecto principal. Rubén Muñoz jamás dijo que si no era eso se conformaba con otra cosa. Al tomar esta decisión, también respetaba el espacio que otros militantes pretenden. Era fácil para el alcalde aceptar cualquier negociación, pero eso significaría desplazar a un compañero de una forma poco sana.
Recordé un día que tenía un juego de fútbol. En el primer tiempo ya nos habían metido cinco goles, pero el problema más grande es que al primer tiempo todavía le restaban como 30 minutos. Eso era una masacre. Para el segundo tiempo del encuentro perdí la cuenta del marcador por ahí del décimo gol; ya no nos interesaba empatar sino meter “el gol de la honra”, y ni eso pudimos. ¿Sabe qué fue lo mejor de esto? Ninguno de mis compañeros se fue del partido hasta que el árbitro pitó. Ni el portero dejó de atajar balones como si fuéramos empatados. Eso es convicción, es entender que el equipo va unido así tengas todo en contra.
Es cierto, no se trata de héroes, se trata de DECISIONES. Tampoco se trata de renuncias o despidos, se trata de decidir lo que moralmente se debe hacer. El alcalde podría despedirlos, pero quizás no sea necesario si ellos deciden renunciar.
El encuentro con el alcalde concluyó con otra pregunta en mi afán de escarbar y tener una nota de ocho columnas. Pregunté: ¿es usted vengativo? Dije, lo que me conteste será nota. Respondió: la mejor venganza es el perdón, no lo digo yo, lo dice la historia.
Saque usted sus conclusiones.