HABLE COMO HABLA | SE DESGASTA LA MARCA MORENA
Cuando Andrés Manuel López Obrador (AMLO) fundó el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) los ciudadanos consideraron que este sería el instrumento para acabar con las malas prácticas políticas y castigar al resto de los partidos a través del voto. Sin embargo, considero que esta marca política se vuelve más vulnerable cada día, y para el próximo proceso electoral será más un peso que una bocanada de aire para sus candidatos.
La pandemia sigue jugando en contra de todos. Se han perdido miles de empleos en el país, la ayuda del Gobierno de México hacia los empresarios ha sido escueta y poca si consideramos la crisis; el manejo en la comunicación del Covid-19 ha puesto en entredicho la veracidad de los datos, en pocas palabras, AMLO y Morena se hacen de una mala fama tras no saber cómo reaccionar ante esta pandemia.
Primero, el presidente invitaba a las personas a continuar en las calles cuando la Secretaría de Salud emitía recomendaciones tras los primeros casos de este virus en México. Después, el presidente pidió a la gente no salir; luego se mostró en contra del uso del cubreboca, se reunió involuntariamente con la mamá de el Chapo Guzmán en Badiraguato el cumpleaños del Ovidio Guzmán, uno de los hijos de este capo mexicano, etcétera.
El discurso de AMLO por más de una década en contra de los privilegios políticos y a favor del pueblo bueno y sabio le hizo ganar una elección, pero dos años después ¿consideras que es la mejor opción como presidente? Insisto: la gente votó por Morena, desde mi punto de vista, por el antidiscurso de AMLO y los desaciertos del gobierno de Enrique Peña Nieto, pero esa historia se repite y parece que en mayores dimensiones.
Cuando hablo de Morena como una marca me refiero a una marca comercial, la representación de un producto. Cuando vemos una Coca-Cola se nos viene a la mente su sabor, esa reacción del primer sorbo frío y hasta imaginamos cómo nos refrescaremos con él. Lo mismo pasa con Morena. Cada quien genera un sentimiento, un sabor de boca al escuchar el nombre.
No podemos evitar considerar que Morena es AMLO y AMLO es Morena. No hay de otra. Cuando las personas hablan de Morena se refieren al presidente ya que la marca representa su antidiscurso, su anhelo de años para lograr la presidencia, su lucha en contra del PRI y el PAN… aunque después haya retacado el movimiento con personajes de los partidos que detestaba.
El 19 de mayo de 2020, el diputado Porfirio Muñoz Ledo -ahora de Morena y antes del PRI- dijo “hoy puedo decir que hemos dado un salto hacia atrás de 30 ó 40 años y lo puedo decir porque yo lo viví; yo no me voy de Morena, Morena se sale de mi corazón” con relación a que en el Congreso de la Unión habían regresado las prácticas priistas cuando no se podía opinar de forma contraria al gobierno federal y ni siquiera tener voz propia. Así de cansados están los mismos morenistas de su partido, sin dejar de lado que Lilly Tellez también se declaró sin partido por razones similares.
En el ámbito local, no sabemos cuándo llegue la nueva normalidad para Baja California Sur (BCS), pero llegará, ¿y qué dirán los candidatos de Morena cuando lleguen los tiempos de campaña y la gente reclame en dónde estuvo el delegado de Programas Federales durante la pandemia? Las personas -y empresarios- que votaron por Morena han generado otra percepción de esta marca política. Muchos diputados locales han nada de muertito bajo la marca Morena, pero eso no será suficiente para salir a pedir el voto de la gente.
Para tener una idea más clara del desgaste político de la marca Morena, de acuerdo con Roy Campos, de 100 municipios evaluados y rankeados regularmente por Consulta Mitofsky, el mayor promedio de aprobación ciudadana lo tienen los siete alcaldes de Movimiento Ciudadano, seguidos del promedio de los 28 del Partido Acción Nacional (PAN). Es decir, los habitantes de estos municipios calificaron y/o aprobaron el desempeño de sus alcaldes. A diferencia del promedio de gobernadores donde Morena siempre pelea el primer puesto del promedio, en el caso de sus cincuenta alcaldes evaluados su promedio es de los más bajos.
Por eso digo que Morena es AMLO y AMLO es Morena. Pareciera que, aunque el presidente esté mal y vaya en sentido contrario al sentido común la gente le tolera eso. De hecho, el nivel de aceptación ha bajado pero no es nada despreciable; cualquier otro presidente lo hubiera querido tener. Pero de AMLO para abajo la historia es distinta. La ciudadanía no compra la idea de tener que aceptar a cualquier alcalde y/o gobernador por ser morenista.
Regreso al tema de la pandemia. Sí, vino como anillo al dedo en el aspecto político: si estás con el pueblo te será compensado si trazaste una estrategia real de ayuda y penetraste en el afecto de los ciudadanos. Si durante este tiempo no te han visto, lo mejor es que no tenga sentido que intentes alguna candidatura.
La entrega de una despensa no te garantiza el voto ciudadano. No haber estado con el pueblo durante la pandemia te significará su rechazo en las urnas, además de otros aspectos a considerar y que antes mencioné.
La marca Morena se ha desgastado durante esta pandemia, aunque eso no significa que por ser militante de este partido las elecciones estén perdidas. Lo que significa es que la bandera que antes representó una lucha y al pueblo mismo hoy está desgastada.
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