Historia del narcotráfico en México [Última parte]
Amigas y amigos de Zarpazos de León, la historia del narcotráfico en México ha atravesado distintos escenarios que colocan esta parte de la historia del país como sensible y siempre incompleta. Con la sentencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en torno al uso lúdico de la marihuana, se da nuevamente un giro a la manera de concebir el consumo de drogas en la sociedad mexicana.
Después de pasar por un sin número de etapas, de formas de gobierno, de crisis, de modelos socioeconómicos y demás, las sociedades modernas han entendido que deben encaminarse al bien común, entendiendo que ese bien común se alcanza tomando en consideración los intereses de todos los integrantes de las mismas, buscando condiciones para que todos y cada uno se desarrollen plenamente pero debiendo de intervenir un ente, como es el estado, para regular las fuerzas y los intereses que inevitablemente se despiertan en los miembros de una sociedad.
La sentencia emitida por la primera sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en el amparo en revisión 237/2014 que dice reconocer los derechos fundamentales de identidad personal, propia imagen, libre desarrollo de la personalidad y autodeterminación, y dice reconocer la dignidad humana, nos devuelve a la época posterior a la revolución francesa, es decir, al extremo que conlleva a que el más fuerte abuse del más débil, es por ello que esta no es una sentencia vanguardista y por el contrario resulta retrógrada.
El 60% de los consumidores de estupefacientes inician con el consumo de la marihuana, afectando directamente a menores y niños, imagínense una sociedad con la libertad para consumir estupefacientes. Sería una sociedad en camino directo a la ruina, a la pérdida de valores. Una sociedad que acabe derrotada e incapaz de subsistir.
El derecho se hizo para prevenir conductas, no sólo para ser sancionados los actos de las personas. La solución está en la prevención, en la formación de mexicanos conscientes del cuidado de la salud personal y la de los demás. Fomentemos la cultura del consumo responsable, primero con el alcohol y el tabaco. De nada han servido los comerciales de televisión que con voz ininteligible y alterada en su velocidad dicen sin que comprendamos, un “evita el exceso”; como también han sido inútiles las imágenes de los pulmones deshechos, los embarazos no logrados, las gargantas infestadas de cáncer en las cajetillas de cigarros para disminuir el consumo de los mismos.
La guerra contra el narcotráfico no está perdida. No sólo se ganará en las calles, gran parte del triunfo sobre ella se gestará en nuestros hogares si fomentamos en niños y jóvenes el valor de la prevención.
Pues las nuevas generaciones son la razón para recuperar lo perdido, las actuales no tenemos derecho de destruir el mundo donde vivirán nuestros hijos; si cerramos las puertas a las drogas, estaremos poniendo un candado más para alejarnos de un mal futuro.
Gracias amigos lectores por haber seguido puntualmente esta recopilación de datos sobre la historia del narcotráfico en México. Espero sus comentarios en zarpazos@elrugidodeleon.com
Por Luis Enrique López León
