La Paz, Baja California Sur.- En entrevista para Súper Stereo Miled La Paz, la consejera de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) en la ciudad de La Paz, Julia Lorena Hinojosa Oliva habló sobre los distintos retos y obstáculos que enfrentan quienes a través de sus empresas, son generadores de empleo en la capital del estado; uno de los principales temas, fue sobre los cobros que realiza la Comisión Federal de Electricidad (CFE) a los negocios, los cuales han sido denunciados por ser desproporcionados al tamaño y demanda que pudieran tener ciertos establecimientos.

En ese sentido, la exdirigente de la Canirac expuso que compañeros agremiados le han hecho saber acerca de cobros de luz que van desde los 39 mil hasta los 50 mil pesos mensuales. Dijo que algunos han buscado la manera de que se les otorguen prórrogas para poder cubrir dichos montos y no se vea afectada la operatividad de cada empresa.

“Estoy hablando de negocios que no rebasan el área de enfriamiento de 20 metros cuadrados. Es increíble lo que hoy por hoy está costando la energía eléctrica en Baja California Sur (BCS)”, manifestó Lorena Hinojosa.

Asimismo, expresó que el enemigo número uno de la iniciativa privada, de cualquier rama productiva, es el sector público, ya que, de acuerdo con al líder empresarial, la política pública de imposición, de carácter “recaudadora”, no ve por la subsistencia de los establecimientos.

“Difícilmente, la política pública va acorde a las necesidades del sector que genera empleos y riqueza en nuestro país. Casi siempre, la gente que está detrás de un escritorio, obligando al sector empresarial a cumplir con las regulaciones, imposiciones, no son beneficiosas. No saben lo que es trabajar detrás de una empresa, por más pequeña o grande. Quisiéramos tener funcionarios, gobernantes, presidentes, que tengan empatía por conocer a nuestros sectores”, expresó.

De igual manera, afirmó que debe haber un “trato parejo” entre quienes se dedican al comercio informal y quienes están debidamente establecidos, sobre todo en torno a las obligaciones que impone la autoridad en cada uno de estos sectores económicos. Puso como ejemplo que a los restaurantes establecidos están obligados a tener trampas de aceite, además de estar sujetos a inspecciones para corroborar la captación del material y contar con todas las verificaciones, situación que no aterriza la autoridad en la vía pública.

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