#OPINIÓN | ALCALDE POBRE, POBRE ALCALDE
En política hay dos frases que me gustan y que las utilizó en ocasiones precisas. La primera de ellas es ‘a la política no entras, te meten. De la política no te sales, te sacan‘ y la otra frase es ‘político pobre, pobre político‘. En esta ocasión quiero y debo utilizar estas frases, no con el objetivo de demeritar si no con el objetivo de dar mi punto de vista en algo que me gusta: la comunicación política.
Político pobre, pobre político.
Se equivocan quienes aconsejen al alcalde Oscar Leggs Castro en gritar a los cuatro vientos que el ayuntamiento más rico de México se encuentra sin recursos económicos y derivado de ello no se pueden resolver necesidades básicas de los cabeños y proveedores. De acuerdo con el alcalde, cada vez que sostiene un encuentro ciudadano recibe muchos reclamos de que sus directores de área no solucionan ni gestionan los asuntos propios. Ante tal situación, el alcalde dijo que no será tolerante con el funcionario que utilice como pretexto la falta de recursos para cumplir con los compromisos políticos, sociales y/o económicos de la administración.
La reacción del alcalde me parece prudente y necesaria; pareciera que se quitó la benda de los ojos y ahora ve por sí mismo lo que antes no podía ver derivado de que su círculo cercano siempre lo desvía de los temas urgentes e importantes. Existen muchas irregularidades por obra y omisión de algunos de sus directores, desde acoso a personal administrativo, la falta de pago a proveedores, aviadores -como el caso del disque dirigente de Movimiento Ciudadano en el estado-, empleados con doble y triple sueldo, entre otros aspectos denunciados por sus mismos trabajadores y hasta por el Consejo Ciudadano Anticorrupción de Baja California Sur.
Tiene razón el alcalde en advertir que habrá despidos de funcionarios que dejan ver que en el quinto mes del año ya se acabaron el presupuesto de doce meses. En nada ayuda un servidor público que deja entrever la debilidad económica de Los Cabos y de la persona que en poco tiempo pretende la reelección. Es decir, flaco favor le hacen al alcalde todos aquellos directores de área que obstaculizan los procesos administrativos, porque más que aliados parecen infiltrados.
Hace unas semanas, en entrevista pública, Irene Román Salgado me reveló que un grupo de personas mantienen al alcalde ‘secuestrado’ y no lo dejan enterarse de lo que pasa en la administración, esto cuando ella fue removida de la dirección de Cultura. Además, Maricarmen Rocha Márquez denunció que vive el acoso laboral por parte de Leonel Leyva, director de Servicios Públicos, entre otros funcionarios inmiscuidos en tal situación.
A esto súmele las denuncias en contra de Adrián Marín, el todavía director de Obras Públicas señalado de diversas omisiones y acciones irregulares en el otorgamiento de obras. Este servidor público está denunciado penalmente. Este mismo servidor es quien ha otorgado más obras a empresas de La Paz que a empresas de Los Cabos, algo que causa asombro.
A la política no entras, te meten. De la política no te sales, te sacan
La intención del alcalde es la reelección, misma que se ve compleja y casi alejada. Si la reelección del alcalde estuviera tan planchada como pretenden darlo a entender, ni Christian Agúndez, ni Alejandro Rojas, ni Gabriela Montoya, ni Raymundo Zamora, mucho menos Carlos Castro trabajaran en sus proyectos personales para esta misma posición.
Es más, algunos cercanos del alcalde ni siquiera piensan en trabajar en la construcción del proyecto. Muchos de ellos -servidores públicos- trabajan en la proyección de su propia imagen antes que ayudar a Leggs Castro en afianzar la reelección. Desde mi punto de vista, el trabajo del alcalde no es el desánimo de la gente. El trabajo de ciertos funcionarios es lo que empieza a prender los focos rojos.
¿Podría tener el alcalde al enemigo en casa? Mi respuesta es ‘sí’. Pero hay otra pregunta más inquietante: ¿Qué pensará el gobernador -líder moral y político de las izquierdas-? Por supuesto que es inquietante lo que pasa en Los Cabos. Políticamente no es bien visto que allá más controversia al interior. Derivado de lo interior, en el análisis político previo a 2024 es que los líderes morales de Morena y Partido del Trabajo (PT) valoren la posibilidad de modificar la estrategia, porque por muy jodida que esté la oposición, como dicen en política: el pueblo da y el pueblo quita, así el candidato sea Ernesto Ibarra Montoya.
Por último, en mi defensa y en la de muchos más puedo asegurar que las críticas hacia la administración pública no necesariamente son un ‘chingazo’, como muchos aseguran. Más bien, la crítica bien planteada debe servir para tener un aspecto general de lo que nuestros propios ojos no ven.