La semana pasada fue muy peculiar, el proto dictador mexicano anunció con gran triunfalismo haber descubierto una intriga malvada en su contra y en contra de su gobierno (¿?) orquestada por pérfidos personajes de los medios de comunicación en complot con villanos al estilo de Ciudad Gótica. Poco le faltó para lanzar la “Pejeseñal” al cielo.

Bien, si eso les pareció risiblemente ridículo, el famoso documento archi secreto del famoso Bloque Opositor Amplio (BOA) ostentaba pomposamente a manera de marca de agua en diagonal la infalible palabra de todo documento secreto: CONFIDENCIAL, en grandes letras que cruzaban el mismo. Ni siquiera era necesario leerlo (yo aun no lo leo) para percatarse de que es más falso y fantasioso que una comedia de ficción. Pocas horas (o minutos) después se sabría que los metadatos del archivo correspondían a la computadora del flamante Director General de Comunicación Social de la Secretaría de Gobernación, Omar Cervantes, quien ni presto ni perezoso se apresuró a decir: Yo no fui, fue teté, pégale, pégale que ella fue”. Más risas por favor.

Cualquier estratega de la intriga que se precie de serlo debe cumplir elementales reglas. Me permitiré señalar algunas de ellas, por si algún amlover desea hacer algo más profesional y no quedar (tan) en ridículo:

Es importantísimo cuidarse de utilizar una computadora propiedad de la organización donde trabaja, especialmente la asignada. Mucho menos si es propiedad del gobierno. O sea, por favor nunca utilicen una computadora fácilmente rastreable.

Es super necesario borrar los metadatos del archivo o haberse ido a un cibercafé a trabajar su documento ultra secreto.

Por favor, no cometer la torpeza de poner una marca de agua que rece: CONFIDENCIAL. Perdón, creo que esto es lo más cómico porque es lo que le da el carácter de falso. Si tú quieres que tu plan de ataque se conozca, por favor, debe ser público, si lo van a conocer nada más diez gatos, temo decirte que el plan está destinado al fracaso. Si en verdad fuera secreto, como por ejemplo un plan terrorista, jamás, pero jamás lo plasmes en ningún documento que lo integre totalmente… te van a cachar.

No utilices un tipo de letra anticuado y papel que parezca extraído del almacén de papelería de la Geheime Statzpolizei (GESTAPO) en 1945 o de las oficinas del Komitet gosudárstvennoy bezopásnosti mejor conocida como KGB. En verdad que eso es de novatos. Nadie te la va a creer.

Fíltralo mediante métodos que no impliquen descubrir que lo echaste por debajo de la puerta del dormitorio de tu patrón en Palacio Nacional. Ten un poco de respeto a tu persona y que, al menos, se lo descubran a un famoso criminal en una operación que implique, mínimo, una persecución en carro por el centro de la ciudad, unos balazos, aunque sean de salva, y una aparatosa detención frente a un grupo de turistas en plena visita al museo de antropología e historia. Digo, si vas a emular una película, al menos que parezca seria.

Del contenido no hablo porque en verdad que he leído mejores historias de intriga y espionaje, lo poco que leí (dos o tres renglones) me hablan de que necesitas estudiar redacción y un buen corrector de estilo; no obstante, insisto, el contenido es de tu plena responsabilidad.

Como podrán apreciar, la CUATROTE y su pastor se encuentran desesperados, necesitados urgentemente de algo que les rescate de su aparatosa pérdida de popularidad y de su ya anunciado casi trágica derrota en las elecciones de 2021. Créanme, con esas puestas en escena tan burdas están cavando aún más su tumba.

Sin embargo, desgraciadamente no todo pueden ser risas.

Esto que por el momento aparece tan cómico, en realidad no lo es porque desesperados o no, tiene el poder en sus manos, el dinero y el apoyo aun de mucha gente que, antes que dar su brazo a torcer, y reconocer que se equivocaron, aun guardan verdaderas esperanzas de que su bienamado líder cumpla con sus promesas de hacer algo bueno por el país o bien, mínimo sacar raja de algo.

La clara amenaza de López Obrador lanzada el fin de semana del inicio de junio en el que divide nuevamente a los habitantes de México en dos bandos, el que está con él y la, dizque, transformación y los que estamos en contra, realmente es preocupante; no solo habla de su franco desequilibrio mental, sino de que tiene un clarísimo plan de destrucción del país.

Al más puro estilo estalinista /castrista pretende generar violencia entre compatriotas tan solo por pensar distinto, seguramente esto evolucionará en denuncias entre vecinos y familiares que llevarán a la cárcel y, tal vez, a la muerte a los denunciados, tal y como ocurrió en tiempos del apogeo comunista en la antigua URSS, en Cuba y en la China de Mao por señalar solo algunos ejemplos, para finalizar en la represión gubernamental a través de su ejército personal creado para ello, la famosa Guardia Nacional. En verdad espero equivocarme.

Prueba de ello son los grupos de choque y elementos provocadores que gentes como Citlali Ibañez Camacho, cuyo nombre farandulesco es Yeidckol Polevnski Gurwitz, ha estado introduciendo en manifestaciones pacíficas para reventarlas a través de actos de verdadero terrorismo, precisamente para hacer quedar mal, en este caso, al gobierno de Jalisco. Igual ha pasado en las manifestaciones en la CDMX, la más reciente en Polanco, donde dichos grupos ya no se esconden para preparar sus operaciones y hasta permiten ser videograbados en dichos preparativos. Y dirán… ¡Hey derechairo! ¿si sabes que el gobierno de la CDMX es de morena?

Sí, y por eso es que hay que estudiar. Sucede que estos “reventadores”, para llamarlos de algún modo, tienen como objetivo final generar violencia para:

1°. Generar odio contra cualquier manifestación, cuando esta es pacífica y legítima a efecto de que el gobierno en turno la reprima o bien cometa alguna torpeza relacionada con la misma y el público la repudie. La finalidad es desestabilizar la gestión gubernamental; o,

2°. Como ocurre en la CDMX, generar simpatía ante el movimiento, “provocando” que el gobierno al cual sirven (en este caso de la Sheinbaum), se vea tolerante y humanista al no reprimirlos sin que le importen los derechos del resto de los ciudadanos, de quienes no es importante si descalifican la manifestación, sino que sus empleadores queden bien.

Los resultados son iguales, los propósitos y compromisos son muy distintos. De otra manera ¿cómo explicar que los mismos reventadores aparezcan en manifestaciones en Mexicali, en Guadalajara o en México o en cualquier otro lugar. ¿Quién les paga los pasajes? ¿Quién les provee de recursos, materiales y equipos?, segurísimo la mafia del poder y ahí se queda a la imaginación quienes integran hoy por hoy dicha mafia.

Es claro que debemos concluir que, aunque la lucha por derrotar a López Obrador está en la calle, no podemos sumarnos jamás al uso de sus métodos porque eso es precisamente lo que ansía.

La solución está en el voto y la lucha es contra un monstruo políticamente poderoso, económicamente fuerte y descaradamente corrupto y enfermo de poder llamado Andrés Manuel, seguido por personajes nefastos y experimentados en torcer las leyes y por un partido político corruptor de ciudadanos, Morena.

Es una lucha que debe ocurrir en las calles a través de la razón, de generar convicción, de abrir ojos y agitar conciencias; es una lucha que debe ocurrir en el seno familiar, en el centro de trabajo y en las aulas, donde ocurren los análisis más profundos, aquellos que nos permiten penetrar en los anhelos más esenciales de nuestros semejantes: familia, amistades y compañeros de estudios y de trabajo, donde se forman los lazos más fuertes. A eso, mis estimados lectores, es a lo que el proto dictador y sus secuaces le tienen terror, porque es donde se encuentra el pueblo.

Hagamos un poco de conciencia ¿Qué instituciones está destruyendo el proto dictador? ¿Por qué le interesa tanto dividirnos? ¿Por qué destruye la economía, la empresa, la individualidad? ¿Por qué no tolera el disenso? ¿Por qué no gobierna y prefiere seguir en campaña? ¿Por qué solo promete y no le interesa dar soluciones? ¿Por qué no asume sus errores y se explica con excusas?

¿Por qué no le importa su nación?

Los dictadores hablan con descaro de un pueblo bueno, a la vez que le colocan el pie en el cuello para que no se levante… para que no hable.

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