Román “Chocolatito” González y Juan Francisco ”Gallo” Estrada preparan la revancha
Han pasado más de ocho años desde el choque entre el “Gallo” Estrada y “Chocolatito” González en Los Ángeles; ocho años en los que los aficionados al boxeo han estado esperando por una revancha que ya cuenta con una fecha y un lugar de celebración. El 13 de marzo, en Texas, ambos púgiles subirán al cuadrilátero para volver a encender las pasiones de los fans mexicanos y nicaragüenses… y de los amantes de las grandes peleas en general.
El primer combate se saldó con una victoria para González por decisión arbitral unánime, pero parece que los pronósticos apuntan a que no se repetirá aquel resultado: los momios de box dan como ganador a Estrada (-163 a 3 de marzo) en portales de apuestas como Betway; la diferencia no es excesiva, así que la contienda se presume disputada. Ambos han demostrado que su boxeo se encuentra ahora varios niveles por encima del exhibido aquella velada, y los asistentes al evento esperan un combate que permanezca en sus retinas durante muchos años, un ejercicio de clase y técnica, lejos del puro espectáculo inmediato de la UFC.
Así, el nicaragüense González cuenta con probar que sus tiempos de mejor libra por libra siguen guardados en sus puños, y que los pronósticos están ahí para romperlos. Su reunión sobre el ring con el mexicano asegura que la intensidad y el contragolpe serán una constante durante la pelea, un remedio infalible para el mal que aqueja a los espectadores cansados de choques descafeinados y faltos de intensidad. El “Gallo” tendrá que demostrar que sus lesiones físicas están superadas, y que su guardia puede resistir los embates de un “Chocolatito” que finalmente ha hecho suya la frase de “retroceder, nunca; rendirse, jamás”.
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González, a sus 33 años, encontrará en una bolsa que supera el millón de dólares la motivación necesaria para alzarse con el triunfo, pero también le empujará la necesidad de demostrarse a sí mismo que su boxeo todavía puede levantar a una mayor audiencia de sus butacas. El nicaragüense sabe que los años pueden pesar en las piernas, aunque la experiencia acumulada le puede ayudar a conectar el golpe decisivo. Pero ¿podrá Estrada esquivar la agresividad y la resistencia de González?
Esta revancha cuenta además con un aliciente extra para Estrada: si Román González se alza con el triunfo, la consecuencia directa sería la salida del “Gallo” del selecto grupo del top 10 de mejores libra por libra del mundo, y el orgullo de Juan Francisco sí que no es tema de discusión ni admite ningún género de duda. Estrada lleva toda su carrera demostrando que la derrota no es para él (desde su combate contra González, solo la conoció frente al tailandés Rungvisai en 2018, y supo resarcirse de esta en 2019), y la vivida en 2012 es una espina que está deseando sacarse.
En el caso del pinolero, sus más de cincuenta combates lo han llevado a ser todo un referente del boxeo, gracias en parte a su capacidad de enganchar combinaciones que quitan el aliento al espectador y por acumular cinco títulos mundiales en cuatro divisiones diferentes, que lo sitúan a las puertas de la historia de este deporte, aunque sus dos derrotas frente a Rungvisai casi lo apartan del ring para siempre. El valor que demuestra al afrontar este reto frente al mexicano confirma que, en su caso, para el boxeo no solo se nace, sino que hay que adoptarlo como una forma de encarar la vida.
Decía Mike Tyson que prefería tener los bolsillos vacíos en lo más alto del podio a ser el segundo con una buena cantidad de billetes en la cartera, y González y Estrada llevan a la lona esta máxima con un honor y una deportividad muy por encima del norteamericano. Si Estrada parte como campeón del CMB y González lo hace como campeón de la AMB, el resultado de esta pela para unificar ambos títulos en un solo peleador tiene visos de pasar a la historia. Ambos vienen de sumar sendas victorias: el “Gallo” se impuso a su compatriota Carlos Cuadras, y González hizo lo propio con el sudcaliforniano Israel González.