Antes que Francia, México tiene su propia lucha
Después de los violentos ataques que protagonizó el Estado Islámico en París, Francia, presidentes de diversos países, empresas transnacionales y cualquier ciudadano, han manifestado su rechazo a la violencia utilizando en su foto de perfil -en redes sociales- los colores de la bandera francesa -azul, blanco y rojo-, y en el caso de México, esto ha generado una división entre quienes lo hacen y quienes lo critican.
Para muchos usuarios, el presidente de México, Enrique Peña Nieto, debería preocuparse por la violencia que vive el país y resolver la matanzas que su gobierno y antecesores han provocado antes de condenar los ataques entre dos países, postura que también los usuarios en redes sociales han dividido con sus opiniones.
Por citar algunos ejemplo, en México se tiene un registro de alrededor de 103 periodistas asesinados y 25 desaparecidos en los últimos 15 años, según el periódico La Jornada.
45 indígenas tzotzilez asesinados en Acteal a manos de paramilitares en la localidad Chenalhó, en el estado de Chiapas, delito que sigue impune después de 18 años.
49 niños muertos en la peor tragedia de Sonora, cuando la Guardería ABC ardió en llamas en 2009. Tiempo después se dio a conocer las irregularidades en su operación y el grupo político que operaba tras de ella: nadie fue castigado.
Entre 15 y 22 ejecuciones en Tlatlaya a manos del Ejército Mexicano, informe realizado por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) según el periódico Animal Político.
La desaparición forzada de 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, quienes hasta el día de hoy, sus cuerpos no han sido encontrados, y la “verdad histórica” que reveló la Procuraduría General de la República (PRG) no satisfizo a los padres de familia, quienes continúan con la búsqueda de sus hijos.
A esta lista de inconformidades se suma que, en México, el 45.5 por ciento de su población son pobres, de acuerdo el Informe de la Política de Desarrollo Social 2015, elaborado por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) en enero.
Hasta marzo de 2015, en el país se enlistaron oficialmente 25 mil 821 personas “no localizadas” en el Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidas, del Sistema Nacional de Seguridad Pública. De éstas, 10 mil 836 desaparecieron en lo que va del actual gobierno -de Enrique Peña Nieto. El resto, es decir la mayoría, data de la administración de Felipe Calderón. Por su metodología, la base de datos gubernamental podría ocultar centenas de desapariciones, señalan organizaciones civiles. Esta realidad constituye “una verdadera tragedia nacional”, considera Santiago Corcuera, integrante del Comité contra la Desaparición Forzada de la ONU, reveló el periódico digital Contra Línea.
Este tipo de datos han sido recordados por algunos activistas sociales en México al ver que el propio país vuelva su júbilo de respeto a la vida para quienes sufren las consecuencias del ataque Islámico ocurrido el 13 de noviembre en la capital de Francia, pero quienes han olvidado que en México se tiene una lucha propia, la cual en ocasiones no se refleja en los medios de comunicación, mucho menos en los perfiles en redes sociales.
La principal división entre las opiniones de los usuarios de redes sociales se da por quienes reprueban los ataques en contra de París pero pueden tolerar los delitos que a diario se comenten en México y no se castigan, principalmente por temas enlazados a la corrupción.
