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PGR inicia averigución previa a médicos del IMSS en La Paz; podrían ir a la cárcel

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La Paz, Baja California Sur.-La abogada Patricia Alejandra Hernández Cosío, de la firma Abogadas Asociadas, en entrevista exclusiva para El Informante Baja California Sur dio a conocer que derivado del fallecimiento de la señora Marlene Vinalay Abarca, el pasado 31 de octubre de 2014 en el Hospital General de Zona número 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en La Paz, la Procuraduría General de la República (PGR) ha iniciado la averiguación previa 313/B/2015 en contra de personal médico de la institución, pudiendo derivar en encarcelamiento.

“Derivado del servicio solicitado por el esposo y familia de quien en vida llevara el nombre de Marlene Vinalay Abarca, se interpuso formal denuncia de hechos en fecha 26 de octubre del año 2015, ante la Procuraduría General de la República, en contra de quien y/o quienes resulten responsables. Apegándonos en todo momento a los principios generales del derecho, abogamos para que se apliquen los preceptos constitucionales, la Ley General de Salud, la Ley Federal de Responsabilidades de los Servidores Públicos, así como del Código Penal Federal y de procedimientos penales, y sobre todo, en atención a los derechos humanos a que tenía derecho Marlene, y a que todo ser humano tiene por el solo hecho de existir, como sabemos entre éstos se encuentra además del derecho a la vida, a la libertad, a la igualdad, a la educación, al agua, a la justicia, etcétera, por supuesto, también el derecho humano a la salud, mismos que cualquier dependencia debe procurar su respeto y aplicación”.

Patricia Alejandra Hernandez Cosio

Aunque Patricia Alejandra Hernández explica que “la denuncia se presentó contra quien, y, o, quienes resulten responsables”, aunque aclara que “sí se señalaron algunos nombres”, cinco en particular, “y fueron citados a declarar como probables responsables”, no obstante, “estas personas se apegaron al Artículo 20 Constitucional para rendir su declaración por escrito en el momento que lo estimen pertinente”.

“Entrando brevemente al análisis de los hechos, cabe diferenciar cuando estamos ante un error médico, que es muy distinto a una mala práctica profesional, y esto aplica para cualquier profesión, pues al error profesional estamos todos propensos por el solo ejercicio de una profesión, pero una mala práctica es cuando se pudo haber evitado un resultado de haber cumplido con la obligación de seguir los manuales, protocolos y las normas oficiales mexicanas, que en este caso existen en materia de salud. Es decir, cuando nos confiamos y pensamos que no sucederá nada y decidimos ignorar los protocolos establecidos, motivo de esto puede ser que el personal se enfrasca en la rutina, el desanimo de no contar con equipo o presupuesto necesario, sin embargo, creo que todos desde nuestro diario andar podemos idear mecanismos para que estas carencias ajenas no afecten nuestro desempeño el cualquier dependencia, y poder hacer bien las cosas”.

La abogada de la familia de Marlene Vinalay advierte que para llegar al último episodio de este caso tomará “todavía mucho tiempo”, explicando que además de la prisión para los responsables, se busca la “reparación del daño” a través de una imposición pecuniaria.

“De ahí nuestro compromiso con el caso ya que como madre, mueve las fibras mas profundas el hecho de que una niña, además con diabetes, ya no cuente con su joven y saludable madre, como era Marlene hasta antes de ser ingresada, por el malestar estomacal, y prueba de ello, es que fue la primera y única vez que hizo uso de la prestación medica. Pedimos justicia, y que la autoridad encargada investigue los hechos para que determine si pudo haber o no un delito. como lo esta haciendo, pues ya fueron citados algunos presuntos, quienes comparecieron a nombrar abogado defensor y se apegaron al articulo 20 constitucional para rendir su declaración mas adelante. actualmente el expediente se encuentra en reserva, debido a que estamos esperando el dictamen de la Conamed que sugirió el medico perito de la PGR, para así poder emitir su propio dictamen, apoyándose con el análisis experto de médicos de la Conamed y el que en su momento hizo la CNDH […] Se solicitó la reparación del daño a que tiene derecho cualquier víctima, en materia penal es pecuniaria, y aunque sabemos que no habrá suma de dinero que regrese a Marlene, a quien no tuve el gusto de conocer, creemos que desde donde ella se encuentre estará satisfecha de que su muerte no fue en vano, que dé pie para sentar un precedente y evitar futuras reincidencias. Independientemente de lo que se pueda decir de los familiares de Marli, lo cierto que el impacto negativo en sus vidas es muy fuerte, la madre está severamente afectada, aún no supera la pérdida, por ello hemos solicitado al agente del Ministerio Público, asimismo, en aplicación a la Ley General de Víctimas, la ayuda de terapias psicológicas para la menor y la madre de la hoy occisa, y sin ánimo de amarillismo ni nada por el estilo, ya que nuestro único interés es hacer nuestro trabajo. Exhortamos al sector medico, donde sabemos hay excelentes profesionistas, pero en los casos aplicables, que nuestra visita como pacientes es mas que una consulta, o una simple cirugía, que recuerden que tienen en sus manos lo más preciado de un ser humano, como lo es la vida”.

Antecedentes

El 8 de mayo de 2014 se hace pública una nota donde se da a conocer el caso de Marlene Vinalay Abarca, en ese momento de 33 años de edad, quien el 9 de octubre de 2013 se había presentado al Hospital General de Zona número 1 del IMSS por un dolor abdominal y, para ese entonces, desfallecía ante una hipoxia cerebral que la mantenía en estado vegetativo.

Marlene-Vinalay-Abarca

A Marlene le habían diagnosticado cinco enfermedades mortales distintas, sin embargo nunca se ofreció un diagnóstico concreto. Después de su ingreso a la sala de urgencias por ascitis, para lo cual permaneció más de 12 horas en sala de espera, el oncoginecólogo Ricardo Alberto Ybarra Yee la califica como portadora de cáncer en ovarios y vejiga, y el 17 de octubre le extraen ovarios y matriz sin encontrar ninguno de los tumores detectados. Ante la inconsistencia se le realiza una endoscopía y una colonoscopía para buscar el cáncer, pero luego de cuatro resultados negativos, por el IMSS local y el de Ciudad de México, la Secretaría de Salud (SSA) y Laboratorios De la Peña, Ybarra Yee cambia el diagnóstico y se inician una serie de tratamientos para combatir lupus, leptospirosis, granulomatosis de Wegener y tuberculosis miliar.

Para este momento Marlene Vinalay presentaba ya un edema pulmonar y el 21 de octubre de 2013 es llevada a quirófano. Cuando la trasladan a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) para conectarla a un ventilador, en el proceso le aflojan dos dientes al golpearla con los tubos que hicieron pasar por su garganta. La familia acuerda con la doctora Marina Flores, subdirectora en ese momento de la clínica 1 del IMSS en La Paz, que Marlene permanezca en la UCI durante un par de días para que reciba atención personalizada, sin embargo esa misma tarde es trasladada a piso ante los reclamos de su esposo, Héctor Francisco González Ortiz.

Los camilleros Jorge Torres González y Alfredo Oronia, que en realidad eran personal de intendencia, pues el instituto no contaba con camilleros certificados, se percatan de que el tanque de oxígeno de Marlene está vacío, pero dicen, según la narración del padrastro de Marlene, Julio César López Torres, “no hay problema, sí aguanta, está cerca”. En el transcurso la paciente presenta problemas para respirar y entra en crisis. Después de varios minutos logran conectarla a la toma de oxigeno de una de las camas. La falta de oxígeno le causa hipoxia cerebral.

Marlene es trasladada a la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) “Luis Donaldo Colosio Murrieta”, en ciudad Obregón, Sonora, pero no sin ser rechazada hasta en tres ocasiones por falta de diagnóstico de la clínica paceña. Los padres, María Concepción Abarca y el señor López Torres, fueron obligados a firmar una carta de responsabilidad donde se advertía que su hija mostraba bula en uno de sus pulmones, mientras que el otro se hallaba colapsado y sin funciones, por lo que durante el vuelo podía morir. Si sobrevivía sería sometida a una operación de tórax para extirparle el 60 por ciento del pulmón en funciones y vivir para siempre con un ventilador. El 11 de diciembre arriban a la ciudad de Obregón con este aviso y una vez ahí les informan que ningún diagnóstico realizado en La Paz es correcto y que Marlene presenta tuberculosis pulmonar, desnutrición y bacterias intrahospitalarias como pseudomona, serratia y candidiasis.

Milagrosamente, dicen sus padres, estando en Obregón Marlene empieza a mejorar, es tratada por neurólogos, neumólogos y fisioterapeutas, al grado de empezar a comer papillas, balbucear, abandonar la posición fetal y reducírsele al mínimo el suministro de oxígeno. El 4 de febrero de 2014 es trasladada de nuevo a La Paz y, luego de un mes en cama sin atención de interconsultas, los doctores José Eduardo Ávila Ledesma y Manuel Jerez, director en aquel momento de la clínica 1 del IMSS en La Paz y jefe de Medicina Interna, respectivamente, deciden que es momento de darla de alta.

La familia se opuso argumentando que no contaba con solvencia económica para mantener a Marlene en el estado en que se encontraba, a causa de las presuntas negligencias del mismo instituto y su personal, además de que su casa, de interés social y donde vivía con su esposo e hija de 8 años de edad en ese entonces, Ana Paola, a quien desde los 5 años se le detectó diabetes infantil, era demasiado pequeña para instalar una recámara donde recibiera las atenciones necesarias.

Desde este punto la situación entre la familia de Marlene y el IMSS se encrudece y el director de la clínica se retira del caso solicitando un permiso médico, dejando en su lugar a Marco Vinicio Jiménez de la Llave. Con la contratación, en aquel entonces, del abogado Roberto Duarte Gómez para exigir una indemnización y fincar responsabilidades a quienes trataron a Marlene, se descubrió que su expediente estaba “revuelto” con el de su hermana mayor, Ana Luisa, quien había dado a luz en el mismo hospital. La dependencia de salud insistía en dejar sin atención a su derechohabiente por tratarse de un paciente crónico, sin reconocer la responsabilidad de sus colaboradores, mientras la familia exigía seguridad social vitalicia, una casa adecuada para atender a Marlene, un médico y una enfermera asignadas a su caso de manera permanente, una beca de estudios para la pequeña Ana Paola, así como una pensión alimenticia, además del pago de todos los gastos realizados, desde la compra de medicamentos y equipo médico con el que el IMSS no contó para la atención de su derechohabiente, hasta el pago de boletos de avión, viáticos y lo que resultara.

El 9 de mayo, un día después de que se diera a conocer la notica, el delegado en BCS del IMSS, Francisco Javier Bermúdez Almada, confirmó que existía una investigación en torno al caso de la paciente Marlene Vinalay Abarca, asegurando que él se enteró de la situación apenas el 7 de mayo. El delegado explicó que en este tipo de casos las máximas consecuencias para quienes han perpetrado una negligencia grave, por parte de la institución, era el despido.

Esto ocurrió al finalizar su Informe de Resultados 2013, y cuando las cámaras se apagaron Javier Bermúdez Almada se quejó con los medios de comunicación reclamando por qué no preguntaban “cosas importantes”, sino que se interesaban por “puro amarillismo”. “Entrevístenme de las otras cosas”, reclamó, “de las obras, de lo que vamos a hacer, eso es puro amarillismo”, dijo. “Esas cosas están ahí, están ahí, pero lo más importante no es eso, lo más importante es que vamos a crecer en infraestructura, que estamos tratando de cambiar para dar un mejor servicio”.

Ricardo-Alberto-Ybarra-Yee

El 25 de junio del mismo año, 2014, el oncoginecólogo Ricardo Alberto Ybarra Yee es abordado por medios de comunicación y ante los cuestionamientos acerca del caso responde que la familia de Marlene Vinalay Abarca debería estar feliz porque su hija, después de todo, no presentó cáncer. “Nosotros estamos muy tranquilos porque como médicos hicimos todo lo que estaba en nuestras manos”, dijo aquel día luego de participar en la marcha de médicos “Yo Soy Médico #17”, en apoyo a médicos de Jalisco encarcelados por la muerte de un joven de 15 años de edad.

“Hicimos nuestra labor, hicimos todo basado en la ciencia, que es un diagnóstico, que es un tratamiento y que afortunadamente la paciente tiene complicaciones propias de su enfermedad, que no tienen absolutamente nada que ver con el diagnóstico de cuando nosotros la operamos […] Afortunadamente nosotros la operamos por un problema sospechoso de cáncer, no fue cáncer gracias a Dios, y yo creo que a una persona que le digan que no fue cáncer al final debe de estar feliz, no debe de estar triste, no debe de estar enojado […] Ningún camillero, o en este caso un compañero de intendencia, haría un acto como cerrar un tanque de oxígeno, el oxígeno siempre lo prueban, es algo tan sistematizado que realmente es poco probable que suceda […] El familiar del paciente refiere que hubo un detalle en el traslado, pero desafortunadamente nadie de nosotros estuvimos ahí […] Desafortunadamente muchas veces el amarillismo y la gente han empezado a lucrar con el mismo dolor de los pacientes, y es triste que a veces los pacientes lucran con su propios familiares”, manifestó.

El 31 de octubre de 2014 Merlene Vinalay Abarca fallece. Su madre, María Concepción, recuerda que la noche que pereció le dio de comer, Marlene mostraba mejoras, tenía al menos un mes sin respirador y el diagnóstico era que viviría. El padre estuvo de guardia. La causa oficial de muerte que establece el IMSS no es concreta, sino que enlista una serie de padecimientos, explican los familiares, siendo ésta una de las principales exigencias, que el instituto explique cuál fue específicamente la razón del fallecimiento.

Fipcam

Como dato curioso, cabe mencionar que en 2014, poco antes de que Marlene Vinalay falleciera, el oncoginecólogo Ricardo Alberto Ybarra Yee crea la Fundación Impulsora de la Prevención del Cáncer y de Asistencia a la Mujer (FIPCAM), que se dedica a la detección de cáncer de mama y matriz en mujeres de escasos recursos, realizando hasta el día de 11 operaciones.

El doctor, acompañado de un equipo de colaboradores, entre ellos su madre, recorre colonias marginadas del municipio de La Paz ofreciendo ultrasonidos y exámenes de Papanicolaou gratuitos.

El Informante de Baja California Sur

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Reportero de El Informante Baja California Sur