La Escuela 18 de Marzo debe continuar como un espacio público: von Borstel
La Paz, Baja California Sur.- Si el destino de la Escuela Primaria Urbana Estatal 18 de Marzo es ser derrumbada, al menos debe conservarse como un espacio público, evitando su privatización, con el objetivo de generar ambientes que fomenten la prevención del delito, opina la diputada Diana von Borstel Luna, presidenta de la Comisión de Asuntos Educativos y de la Juventud, en espera de que el Instituto Sudcaliforniano de la Infraestructura Física Educativa (Isife) ofrezca su dictamen técnico definitivo.
Diputada Diana von Borstel Luna, presidenta de la Comisión de Asuntos Educativos y de la Juventud
“La seguridad de los niños es primero y la escuela está muy dañada físicamente […], sobre todo el tercer piso, que incluso está abandonado”, señala legisladora del Partido Acción Nacional (PAN), inclinándose por la opción de deshabilitar la escuela en caso de encontrar daños estructurales irreparables, sin embargo, subraya, el carácter público de la tierra donde se edificó debe conservarse.
“Ese es un espacio público y debe seguir siendo un espacio público que le sirva a la sociedad, esa escuela si por cuestión técnica se tiene que derrumbar, tiene que entonces pensarse en un ambiente que nos sirva para la prevención del delito, de la inseguridad, para ampliar nuestra cultura, para favorecer la educación, para incrementar nuestras cualidades como seres humanos en cuanto a la relación entre personas, al respeto de los derechos humanos […] Se puede hacer una biblioteca, se puede hacer un lugar para que los niños y jóvenes puedan coincidir en actividades recreativas y de cultura, de arte, de ciencia”.
Por último, si el Gobierno del Estado opta por la privatización de este espacio, deja ver en sus comentarios la diputada von Borstel Luna, no se privilegiaría una postura contra el ambiente de violencia que se vive en la actualidad.
“Las escuelas las tenemos que cuidar, son un recinto sagrado, sin las escuelas y sin la educación no tendríamos armonía, no tendríamos la mínima paz. Las escuelas están contribuyendo muchísimo a contrarrestar aquello que se está generando en los videojuegos, que son eminentemente lugares psicológicos para fomentar la violencia; películas; programas televisivos que exaltan la contracultura, la violencia, que promueven el delito porque lo hacen ver como algo que es favorable a la sociedad”.
