Los sismos de Ecuador y Japón no pueden afectar a México: Investigador de CICESE La Paz
La Paz, Baja California Sur.- La posibilidad de que la serie de sismos que sacudieron la semana del 10 al 17 de abril a Afganistán, China, el norte de India, Japón y Ecuador afecte a la república mexicana es prácticamente inexistente, deja ver el doctor Roberto Ortega Ruiz, investigador titular en sismología para el Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (CICESE) campus La Paz, luego de que se divulgara en redes sociales esta probabilidad, asegurando que, particularmente en el país latinoamericano, “ya llevaba 100 años que se esperaba que hubiera un sismo”, pues se conoce que la zona alberga un “periodo de retorno de unos 120 años”, por lo que el terremoto “estaba muy esperado”.
Cuando se le preguntó si es posible que las placas tectónicas de las Tierra influyan en las otras de tal manera que México se viera afectado por estas oscilaciones, contestó “sí y no”, explicando que aunque “tenemos una tectónica global que está divida por placas, cada placa diferente”, y éstas “no están tan aisladas”, lo máximo que pueden generar son “sismos disparados”, los cuales “siempre son muy pequeños” y sólo tienen interés científico, pues su magnitud va de 2 a 3 grados en la escala Richter y no son suficiente para un “mega evento” y “mucho menos en la zona de Baja California Sur”.
“Lo que pasa es que en este caso en especial ocurrieron en 2 sitios, que fue Japón y Ecuador, donde estaba densamente poblado, y al haber estado densamente poblado entró en las noticias como que estaban ocurriendo al mismo tiempo, cosa que ocurre todo el tiempo, no fue algo fuera de lo normal”, señala el doctor Ortega Ruiz, recordando que en 1977 un fuerte sismo sacudió Ciudad de México y al mismo tiempo ocurría un evento en Rusia, situación que notarían muchos años después, ya que “las noticias eran mucho más locales”, por lo que hoy los medios de comunicación “juegan un papel interesante, importante, para que empecemos a ver qué es lo que está sucediendo”, dijo.
Al hablar particularmente de la península de Baja California, muestra que se trata de una zona de alta actividad sísmica, pero que debido a su baja densidad poblacional esta situación “no se siente” con regularidad. En este tenor, explica que las placas tectónicas tienen 3 formas de falla, siendo la de subducción, que es cuando una placa entra en la otra, la que generan esfuerzos más intensos; mientras que la divergente y la transcurrente, que son las que conviven en el área, aunque provocan constantes movimientos presentan, los cuales pueden llegar a provocar sismos de hasta 7.2 grados, mantienen “una atenuación muy grande”.
En cambio, en la región que comprende los estados de Guerrero y Michoacán, conocida como zona de subducción mexicana, se esperan “sismos muy fuertes” dentro de 100 ó 150 años, adelanta el sismólogo del CICESE, aunque aclara que no es posible predecir un terremoto, al precisar que las condiciones que permiten que una predicción sea avalada es que determine con exactitud lugar, tiempo y magnitud, algo imposible hasta el momento.
Actualmente, Baja California Sur (BCS) cuenta con 10 sismógrafos activos, 6 de ellos del CICESE La Paz, 3 del CICESE, 1 ubicado en Sierra de la Laguna operado en coordinación con el gobierno de Estados Unidos (EEUU), y a final de año se espera colocar uno más por parte del campus La Paz del CICESE.
