No robamos agua y no dañamos el ambiente: Habitantes de El Mogote
La Paz, Baja California Sur.- “Hay mucha mala publicidad acerca de Paraíso del Mar; hay rumores falsos de que los condominios se estaban hundiendo, porque no eran de la misma altura; que estábamos robando el agua; y nada de eso es verdad, estamos aquí, queremos estar aquí, queremos quedarnos aquí, tranquilos”, señala Tim Fitzmorris, uno de los 179 propietarios de condominios en el desarrollo inmobiliario de El Mogote, quien invita a los paceños a aceptarlos como vecinos y despejar dudas acerca de sus intenciones.
Tim y Nancy Fitzmorris son un par de jubilados estadounidenses que han dejado todo en el norte para establecerse en México. Son parte de los 179 propietarios de Paraíso del Mar, aunque son los únicos que permanecen en La Paz durante todo el año, el resto arriba a partir de octubre y pasan hasta ocho meses en la media península.
“Tenemos una población muy feliz aquí, somos ciento setenta y nueve propietarios y todos nos consideramos paceños”, dicen Nancy, “especialmente nosotros, somos ‘mogonianos’ [mogotions], y no es una broma, nuestro corazón está aquí, somos mogonianos y hacemos todo lo necesario para proteger este lugar […] Tenemos una planta de diesel, y es de donde bebemos agua, es de donde tomamos para todo tipo de usos, no tomamos agua fresca de la ciudad […] Nosotros pagamos nuestros impuestos aquí, nosotros hacemos nuestras compramos en la ciudad, nosotros somos ciudadanos de La Paz justo como todos los demás, y estamos muy orgullosos de ello, así que nuestro mensaje es que somos sus vecinos, no somos diferentes, nos preocupamos por La Paz, nos preocupamos por la ecología de La Paz”.
En El Mogote se ha desarrollado todo una zona residencial con lagos artificiales, campo de golf, condominios con instalaciones subterráneas y seguridad privada, donde incluso los animales han encontrado nuevo refugio.
“Desde que tenemos los lagos de agua fresca tenemos gatos salvajes, tenemos tejones, tenemos mapaches, tenemos coyotes, tenemos toneladas de liebres y de aves de oriente que pasan el invierno en nuestros lagos, patos y demás”, comenta la pareja, “así que este es un parque de animales silvestres”.
Año con año, los Fitzmorris liberan tortugas golfinas, sumando en ocho años más de 4,000 rescates. Ahora uno de sus proyectos es restringir el paso de automóviles en los meses de anidación, a lo largo de cinco kilómetros de playa, donde se encuentra la zona de depósito de los huevos, a fin de convertir El Mogote en un “santuario” tortuguero, sin embargo no han encontrado eco ciudadano, afirman.
Nancy Fitzmorris precisa que la restricción no se trataría de limitar el paso a embarcaciones o a quien cruce la playa caminando, sino únicamente evitar el paso de vehículos, principalmente porque acuden por la noche, que es cuando las tortugas hembra llegan a la playa para desovar. La temporada de incubación de las tortugas inicia a mediados de mayo, recuerda, y puede terminar hasta diciembre, principalmente porque la temperatura del agua es elevada a causa del fenómeno climático El Niño.
“Ha habido mucha resistencia por la construcción aquí de estos edificios” anota Nancy,” pero desafortunadamente aquí estamos y lo que estamos haciendo es tratar de hacer lo mejor con estas propiedades, conservándolas”.
