El pensamiento de que el agua en el planeta es inagotable se ha terminado, y ahora el agua no solo se ha vuelto escasa, sino que se ha degradado cualitativa y cuantitativamente. La gestión eficiente de los recursos hídricos en México, es uno de los principales retos que este país necesita resolver para garantizar un desarrollo sostenible coordinado que contemple los aspectos sociales, ambientales y económicos. Las lecciones (económicas y sociales) de éxito y fracaso de otras latitudes, deben servirnos como ejemplo para enfrentar la problemática de los dos grandes retos del agua. Por un lado, tenemos la distribución del agua y el saneamiento de las aguas residuales sería el segundo gran reto.

De acuerdo a los datos recabados por Inegi y analizados por, Conagua y Coneval, la cobertura de agua potable en nuestro país cubre al noventa por ciento de la población, De estos solo el 53.6 por ciento tiene acceso diario al agua en su vivienda y 12.6 millones de mexicanos no tiene acceso a los servicios de agua potable y saneamiento. En materia de alcantarillado, solo el 77 por ciento esta conectado a una red pública, resto usa fosa séptica, o bien descarga en algún rio, lago o barranca.

El saneamiento por sí mismo representa un reto aun mayor, existen alrededor de 2,500 plantas municipales de tratamiento de aguas residuales en operación en el país y cerca de 1,500 fuera de operación debido a sus altos costos de operación y obsolescencia. Sin embargo, solo se trata el 47 por ciento de las aguas residuales colectadas, que una vez tratadas, estas suelen no ser aprovechadas de la mejor manera como suelen hacerlo otros países de la Unión Europea o Israel, por citar algunos casos, donde incluso son una oportunidad de mercado. De acuerdo con Acumen Research and Consulting, en su reporte denominado Industrial Wastewater Treatment Market – Global Industry Analysis, Market Size, Opportunities and Forecast, 2019 – 2026. que el mercado mundial de agua y aguas residuales está valorado en 222 mil millones de euros en 2020, con un esperado crecimiento sostenido de 7 por ciento anual para los próximos ocho años.

En este sentido México debe aprovechar este atractivo del mercado del tratamiento de aguas residuales para ampliar las coberturas que demanda el país. El Plan Nacional Hídrico 2020-2024 tiene como objetivos prioritarios garantizar progresivamente los derechos humanos de acceso al agua y al saneamiento; y aprovechar eficientemente el agua para contribuir al desarrollo sostenible de los sectores productivos. Es por ello que se debe planificar estratégicamente el uso y destino de las aguas residuales, las cuales deben contemplar el intercambio o comercialización de aguas residuales debidamente tratadas con los diversos sectores productivos como el agrícola, en el riego de cultivos como forrajes o flores de ornato, o bien el sector minero o industrial que demandan grandes volúmenes de agua para sus actividades, lo cual puede impulsar modelos financieros y de negocios innovadores, en un mercado en crecimiento constante.

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