Ventas en dulcerías de La Paz incrementan hasta en 100 % en época navideña
La Paz, Baja California Sur (BCS).- De acuerdo con datos ofrecidos por distintas dulcerías del Centro de la ciudad, la venta de dulces y piñatas durante la época navideña incrementan entre 80 y 100 por ciento, privilegiándose la compra de dulces a granel y piñatas de siete picos, una tradición que va a la alza, según confirman los propios comerciantes.
Durante la temporada, las visitas incrementan considerablemente, llegando incluso a “no poder pasar” entre la “multitud”. En su fecha más importante del año, el 24 de diciembre, reciben cada hora, por lo menos, a 50 personas. Estos números de venta superarían incluso al “Halloween”, considerada la segunda fecha más importante para estos comercios.
Los dulces más vendidos son los sueltos -venta a granel- que suelen acompañar a la piñata, llegando a venderse hasta 300 kg en un solo día. Individualmente, los favoritos para las posadas son los chocolates Snickers, Milky Way, los cacahuates japoneses y con bombones, los barrilitos, las colaciones; e incluso, se siguen vendiendo las paletas de los noventas, especialmente las “de sandía” y “de elote”.
Para Claudia Galicia, de Dulcería La Coneja, la tradición de la navidad no se ha olvidado, e incluso la gente tiene cada vez más “espíritu navideño” y “ánimo de celebrar”. Una de las razones por las cuales las ventas no se han caído es porque esta temporada “es la única en que la gente tiene dinero”, ya que en el resto del año, los únicos días fuertes son las “quincenas”.
Los principales cambios en la tradición navideña de las piñatas radican en sus diseños, ya que antes eran “más bonitas, bien hechecitas”, con base de barro. Ahora, en 2015, son más caras, tienen diseños más “comerciales”, y además son de materiales más frágiles: son más rápidas y fáciles de hacer, porque “en este negocio el que hace más vende más”. A pesar de esto, los precios de las piñatas han incrementado incluso en un 300% en un periodo de 14 años.
El robo hormiga en las tiendas se levanta por lo menos en un 30%. En la Dulcería La Ranita -Ocampo- cuentan sistema de circuito cerrado, y personal de esta gerencia indicó que “la gente que menos te esperas, bien vestidas, que no le va el caso que robe” son quienes más aprovechan los llenos totales para llevarse desde paquetes de obleas, hasta, en descuidos más importantes, contenedores repletos de dulces “solo por hacer la maldad”.
