Denuncian venta ilegal de aves exóticas en calles de La Paz
La Paz, Baja California Sur.- Una denuncia hecha llegar a El Informante Baja California Sur alertó sobre la venta ilegal de aves exóticas en calles de La Paz, particularmente en las esquinas de las calles Jalisco y Mariano Abasolo y 5 de Febrero y Aquiles Serdán, lo que se comprobó al acudir, verificando que se trataba de tres especies en particular, Agapornis fischeri o loro pico rojo, canario finche o canario japonés cola anillada y Aratinga nana aztec o perico azteca.
Los precios de los pájaros oscilaba entre los 400 y los 3,500 pesos. Los canarios eran los de más bajo costo, seguidos por el pico rojo, con un precio de 1,200, y el perico azteca o pechisucio, siendo este el más caro.
Los vendedores aseguraron que únicamente estarían en La Paz este 31 de diciembre, pues partirían a la ciudad de Tijuana el 1 de enero. Tenían a la venta, o al menos en exhibición, entre los vendedores, alrededor de 16 aves.
El Agapornis fischeri es un género de aves psitaciformes de la familia Psittaculidae, cuyos miembros son nativos de África, por lo que son prohibidos en México y considerados “exóticos invasores”. El 7 de abril de 2010 entraron en vigor reformas a la Ley General de Vida Silvestre que prohíben la importación y liberación de dichas especies. Entre las nuevas disposiciones se encuentra la definición de las mismas, así como la prohibición para importarlas o liberarlas en los hábitats y ecosistemas naturales.
El canario finche o japonés también es conocido como diamante mandarín, mide aproximadamente entre 10 y 12 centímetros y el macho presenta la cabeza y el cuello de color azul grisáceo o azul acero, esta tonalidad varía hasta tomar un tono castaño en las alas y el dorso; el pico y las patas son de un intenso color rojo anaranjado y está bordeado por una delgada franja de plumas negras que se extiende desde la mitad de la parte superior del pico a la mitad de la parte inferior del mismo.
El Aratinga nana aztec o perico azteca está considerado una especia bajo protección especial por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y se distribuye de México a Panamá, así como en Islas Caimán, Jamaica y La Española.
