OPINIÓN | REPRESENTACIÓN POLÍTICA Y REFORMA ELECTORAL EN BCS
Una de los objetivos fundamentales de la democracia en el mundo, es que los ciudadanos estén representados en los espacios colegiados donde se toman las decisiones de determinada región. Es así que en el caso de México, contamos con personas titulares de senadurías, diputaciones federales y locales, así como integrantes de ayuntamientos en los municipios.
Toda democracia debe aspirar a una evolución constante, en donde se busque ir perfeccionando sus propios sistemas, para alcanzar mayor pureza en la representación ciudadana.
Esto significa que el sentido de las decisiones del representante popular en conjunto, sea lo más apegado a la voluntad popular. El término de pureza de la representación política utilizado en el párrafo anterior no es un invento del que suscribe esta colaboración, sino una concepción muy estudiada por politólogos como Melissa S. Williams, catedrática de la Universidad de Toronto, quien ha estudiado profundamente estos temas.
En Baja California Sur, algunas de las y los diputados locales actuales han comprometido que en esta la XVI Legislatura se presentará, discutirá y aprobará una reforma la ley en materia electoral. En este contexto vale la pena puntualizar que en nuestra entidad, los principios fundamentales de la representación política pura aún no se han alcanzado, por lo que el reto de esta reforma es aún mayor.
Algunos de los aspectos que deben atenderse es que contamos con municipios que tienen menor número de regidores pero mayor población que otros, existen cinco diputados de representación proporcional contra dieciséis de mayoría relativa; en nuestros municipios el número de regidores de representación proporcional (de las fuerzas políticas de oposición al alcalde o alcaldesa) son mucho menores a los del partido que gobierna.
Estos hechos limitan la representación política pura que debemos aspirar a tener, ya que la voluntad ciudadana y el voto popular, no son relativamente proporcionales al número de representantes que cada fuerza política tiene. Por ejemplo, si en un municipio de La Paz el Partido A obtiene el triunfo con 50 mil votos en las urnas, este contará con ocho regidoras y regidores; si el Partido B ocupa un segundo lugar en la elección con 48 mil votos, dicha fuerza política obtendrá únicamente uno o dos regidores. Es así que con este ejemplo podemos observar cómo, a pesar de tener casi el mismo número de votos, la representación popular en un cabildo se puede ver vulnerada por las condicionantes que se encuentran en la ley electoral vigente.
Existen otras situaciones que deben mejorarse, pero también hay propuestas que iremos planteando para que las y los sudcalifornianos estemos cada vez más y mejor representados en los órganos de dirección de nuestras demarcaciones. De estas ideas e iniciativas les comentaré en la siguiente entrega semanal de esta colaboración en El Informante de Baja California Sur.