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OPINIÓN | DEL “YSQ” AL “YNPM”

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Pocas frases a través de siglas pegan. En mis tiempos de juventud recuerdo que muchos, al pararse a bailar en la pista, sonaba una canción muy conocida, y sabían que en el momento del coro, a todo pulmón, cantarían YMCA. Debo decir que aún a la fecha sigo sin saber qué significado tenían. Como toda sigla y frase, requieren contexto, interpretación, ejecución y resultado. Sin embargo, el ambiente te volvía partícipe. En las campañas para presidente de 2018, más allá de tu simpatía o aversión al candidato, el YSQ se volvió un éxito. Y su golpe fue un KO en su momento en la competencia. Las genialidades de la mercadotecnia que no pasan desapercibidas.

El gobierno de YSQ ha sido polémico, polarizado, lleno de discursos, agotador por la plataforma diaria que se instituyó para seguir la campaña feroz. Y, después de lo mediático del asunto de la casa gris, las facturas del desgaste están mermando en la popularidad del presidente. Esto dicho por los especialistas que realizan las mediciones. Si no está de acuerdo, es su derecho. Si coincide, también. Pero lo que podamos pensar no altera los resultados, las cuáles se palpan en las redes sociales.

En la semana del 14 al 18 de febrero de este 2022, tras más de quince días del día +G4T (más gris), el presidente emitió graves declaraciones, propias de un mandatario autoritario. Estoy convencido que si el presidente pudiera cambiar algunos momentos de su mandato, ésta semana sería borrada. Y, además, sumó a la mayor cantidad de seguidores, políticos y ciudadanos a ello. Me refiero a todo lo que conformó la idea de que no estar con él era
traicionar a México. Terrible. Devastador. En la colaboración de la semana anterior, mencionaba esto como la “Reducción Mexicana”. Volver una gran nación como la nuestra a ser solo la sombra de un líder, carismático y legítimo en su momento, pero que navega perdido y sumido en una desesperación notoria.

El precio de tan aberrante declaración, en contexto o fuera de éste, no se hizo esperar. A tan solo una semana después se tienen consecuencias. Con los rumores pesando como guillotinas de nuevos escándalos; con los resultados de las auditorías que presentan demasiadas inconsistencias; con políticos de USA que voltean a México, a pesar de la guerra Ucrania-Rusia; con otro periodista asesinado, que vuelve a elevar por mucho el promedio; el rostro de viernes 25 del presidente es un dardo terrible en el momento de mayor crisis histórica de su periodo (salud+economía+guerra+sociedad).

“Ya No Puedo Más”. Pensarían quienes me consideran que guardo animadversión al presidente que esto es algo que celebraría. No me importa si lo creen, definitivamente NO. No hemos normalizado en México que criticar a los servidores públicos no es estar contra ellos. No es personal. Es buscar opinar en la búsqueda de un mejor país. Claro que es difícil entenderlo, cuando apenas una semana antes el presidente convocó agriamente, continuando la guerra interna.

YNPM, aunque después haga referencia a que esto será al cerrar su ciclo como presidente, es algo que golpea profundamente. Sacude de muchas formas. Y no. No significa que México es una persona. El mensaje, desastroso, revela que, en este momento, el presidente públicamente declara que “navegará” los siguientes días de su sexenio con miras de que pase el tiempo. Todos hemos vivido una etapa así. Y eso es triste. No importa que el lunes se levanté con nuevo brío. El fondo ha sido tocado, lastimando con ello a la institución que representa. Y el sentir esto por los mexicanos no es un llamado a “solidarizar” con la persona. Es un grito directo a que se requieren más actores dispuestos a sumar. Porque el proyecto que encabeza, esa idea llamada 4T, está más cerca que nunca de ser un sueño fallido. Al menos para el líder moral, termina en 2024.

Aquí debemos ser reflexivos de quienes somos como país. Esa raza que, ante las adversidades, logran encontrar los puntos de acuerdo, la analítica de los problemas, y establecer soluciones en conjunto. Cómo se hace ante las pésimas condiciones de salud; como se busca solución a los tratamientos para los más vulnerables; como se realiza en compartir el taco y la sonrisa, aunque el tiempo esté para el hambre y la lágrima. Cuando un momento histórico similar nos golpeó, un terrible tirano encontró en la palabra SOLIDARIDAD el camino. Y si esa persona no grata encontró la manera de convencernos, también podremos unirnos ésta vez. Solo que ya aprendimos que sin políticos.

México es grande por lo que logra, no por lo que tiene. Y ha entendido, en tan solo una semana, que es más que una persona, así sea la más alta figura de los servidores públicos de nuestra nación. El desgaste feroz, ese que desdibuja a los más fuertes líderes, ha hecho mella terrible. Pero abre el momento de entender que no debemos buscar reemplazo, sino hacer cabida de la responsabilidad de todos en esta construcción.

“YNPM” será una frase histórica. Una que lacere. Una que desplace de su zona de confort a los “sucesores” del probable fallido proyecto de cambio para México. Entenderán la obligación de reconvertirlo en 5T. Donde el 4 no pudo más, deberán reconstituir sobre las bases reales: la terrible injusticia social, sumada a las crisis. Y estos partícipes de la 5T no serán de un color o perfil político, sino de una convicción real, de un desinterés particular, de una genuina meta de conversión social. Porque la historia nos ha enseñado que, los mexicanos, cuando el mundo nos dice ¡No se puede!, nuestro pueblo hecho en sueños y esperanzas le escupe al pasado y rediseña el futuro. Que no se preocupe YSQ si YNPM: ¡México encontrará nuevamente el camino para reconvertirse en la derrota! Gracias por su lectura y perdón por su tiempo. Buena vida.

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