#OPINIÓN | LA VOZ DE MÉXICO
Pareciera poco lo vivido el fin de semana pasado en México. Es que nos hemos acostumbrado por años. Parecerán pocas las respuestas durante la semana. También, se ha normalizado ya esto. La constante en nuestro país es terrible. Lastimosa. Y ojo, si usted no ha padecido o escuchado lo siguiente, es usted privilegiado. Y podríamos cuestionar cómo es que no lo vive. Esta dicha sería menos probable aún que se sacara la lotería. Es más, menos probable que el que se hubiera sacado la rifa del avión y le hubieran dado el premio. Algo tan raro, que solo siendo corrupto se puede salvar de ello. Los 7 gritos desesperados de México, que opacan a la otra voz callada, por tanta inseguridad.
¡Tengo hambre!. El último fin de semana de julio, conocidas organizaciones lanzaron un dato terrible: 43% de desnutrición y problemas alimentarios severos en el país. 38% con pésimos hábitos. Y recuerde, como país somos lo que comemos. Así que, definitivamente, somos un país desnutrido, mal alimentado. Pero, probablemente, no escuchó nada.
¡Reprobada la seguridad! Los asesinatos y feminicidios disparados. Y lo más paradójico es que, el gobierno mejor evaluado en ello, Nuevo León, es al que más atacan sistemáticamente en medios sobre el tema. Todos reprobados. Lo único seguro es que México es considerado inseguro por la mayoría de los habitantes. Los eventos del fin de semana se han vuelto eso: ¡La estadística del fin de semana!
¡Tengo sed! Ya no solo en Nuevo León. No solo en algunas zonas alejadas. No es BCS que cada día está más colapsado, con el silencio de las tuberías, aunque los gritos de la autoridad difundan otro mensaje. Salen los anuncios de problemas de sequía en el centro de la república, donde llueve un día sí y el otro también. Un trago muy amargo este, que se tendrá que pasar con saliva, porque agua ni pensar.
¡Me han robado! Cierto, ligada a la seguridad en el 2, pero en el aspecto menos violento de esta: el asalto, robo, allanamiento y los nuevos derivados, fraudes telefónicos, digitales y cobro de piso. Si quiere seguir escuchando sobre esto, no es necesario depositar otra moneda, como antes. Solo conteste algún número desconocido, especialmente con lada 55.
¡No hay empleo! Y aunque gusten decir que el desempleo ha disminuido, la realidad es que el autoempleo informal ha crecido sustancialmente, lo que pone en jaque al crecimiento económico… y jaque a la recuperación económica que nos tiene en el suelo. Cierto, el consuelo es decir que es mundial. Dicen que si lo repite tres veces, aparece una moneda del redondeo en su bolsillo derecho. Lástima que no tengan bolsillos en la ropa interior los mexicanos que no han perdido hasta los calzones.
¡Ya paren la inflación! Como me preguntaron en una reunión el fin de semana en Chametla: “¿Cómo se calcula la inflación, por qué dicen el 8, pero se siente como del 100 en muchas cosas?” La realidad es que el cálculo de la inflación es como el de mi sobrepeso: manejo siempre un dígito, aunque la realidad parezca muy diferente. Es sentirse presidencial y querer manejar ‘otros datos’.
¡Hubo fraude! Lo curioso es que, solo dejaron que saliera como un pequeño rumor aceptado. Pero lo hermoso de las elecciones fraudulentas de Morena, casi poético, es que lo gritaron funcionarios con aspiraciones, acompañados de sus acarreados, justo después de que se enteraron ahí de por quién votar. La Esperanza de México calla, mientras se vuelve como cualquier otro partido de nuestra pesadilla del pasado. Nos piden encontrar consuelo en la frase eje de la 4T: ¡El PRI acarreó más! Nadie quedó libre de pecado, pero aún así tiraron tortas duras y frutsis en lugar de piedras. De las que les sobraron por quedarse plantados.
Es un largo y decepcionante mes de agosto hasta ahora; uno donde nuevamente los terribles y dolorosos gritos del México Real, el de carne, hueso, lágrimas y esperanzas rotas, encontró nuevamente razones para querer hacer retumbar el aire. Y como siempre los paleros y pagados buscaron justificar la incomp4Tencia (autocorrector). Que no vibren las conciencias. Que el silencio del pasado se perpetúe. La mayor incongruencia.
Como por tantos años, el grito ahogado es una voz que sigue sin reconocerse. Una voz perdida. Por qué, desde que lo recuerdo, y reafirmado en estos 4 más, que en los últimos 18 años, LA VOZ DE MÉXICO está muda. Una voz que sufre en silencio, con la esperanza cada día menos encendida. Y parece indudable que un viento de cambio apagaría la vela de la transformación. Paradójico. Como siempre, perdón por su tiempo y gracias por su lectura. Excelente semana… para quienes viven en el México desconocido.
