Hace unos días conversaba con uno de mis alumnos, Martín, criminólogo de profesión, quien a propósito de mi notoria oposición a las imbecilidades del presidente me comentaba con cierta desazón que no entiende el escándalo de muchas personas contra López porque “si lo quitan pondrán a la misma gente avariciosa y explotadora del país… para mí, ni con este gobierno ni con los anteriores se ha logrado nada… no lo defiendo pero tampoco vi nada positivo en gobiernos anteriores con el PRI y el PAN…”, y cierra “ni a cuál ratota tirarle profe”… ja ja ja

Lo anterior derivó de un video mediante el cual el abogado Mario Gallardo Mendiolea, explica por qué sí es viable y legal la “renuncia” o destitución de López Obrador, con el cual me manifesté de acuerdo, aunque yo no utilizaría el vocablo renuncia; en fin, pueden ver el video aquí: https://www.youtube.com/watch?v=eKOsCNHn49k&feature=share&fbclid=IwAR3xIUD-t_JsVlA74RwRjjCMEVAKsiaYPzYK400rO7WMocJvLCJS9zKihWs.

Su posición me parece más que razonable. Mucha gente piensa de esa manera y ni cómo culparles; ante esas afirmaciones uno de pronto ve comprometida la propia posición porque parece que uno defiende a unos y critica a otros, tomando partido, cuando a la vista general todos son iguales… de malos.

Y diría otro, ni modo que uno niegue sus quereres, cierto, pero si escribo no es para favorecer a unos y fastidiar a otros; confieso, lo hago porque también estoy fastidiado; no obstante, dejo a entera elección de mis lectores y lectoras el sentido de sus propias decisiones. Establecido lo anterior, reitero lo dicho en el párrafo precedente.

Me puso a pensar muchas cosas que a lo largo de nuestra plática intenté ponderar en su justa dimensión y aunque son muchos los factores, considero que uno fundamental es que a los mexicanos nos cuesta bastante encontrar los justos medios; como que para nosotros no hay medias tintas: o es blanco o es negro, o ganas o pierdes, o está chido o esta para la fregada y pues así… como diría una (ahora) involuntariamente famosa reportera protagonista de memes.

Y bueno esa enorme concepción extremista nos lleva a creer que lo que no se coloca en uno u otro extremo, sin duda es inaceptable… parte de nuestros complejos se alojan ahí.

Para uno no parece pasar tan rápido el tiempo, pero súbitamente caí en cuenta que Martín nació en la década de los noventa, como mi hijo, y no le tocó ver la debacle económica del México de los setenta y ochenta, que son mis referentes, ya que abarcan parte de mi niñez y prácticamente mi entrada a la edad adulta, es decir, desde primaria a la universidad. Y hablo de debacle económica en la que tanto cayó el peso que los sueldos y los productos costaban millones de devaluadísimos pesos, al grado que se le tuvieron que quitar tres ceros a la moneda para que se medio emparejara el asunto, lo que ocurrió a partir el 01 de enero de 1993 cuando nació el Nuevo Peso.

En esa época, a la luz de esa debacle económica y política que venía evolucionando muchas décadas antes de mi nacimiento, se generó un anhelo de cambio y, finalmente, el PRI perdió su hegemonía electoral y en el 2000 perdió la elección de presidente de la república. Había visos de cambio; no obstante, el PRI no perdió todo, siguió conservando la mayoría del congreso los siguientes tres sexenios, el PRD después de muchas pugnas internas también adquirió fuerza, y el PAN ganador de las elecciones, no obstante, no ganó todo. Fox y Calderón, al margen de los errores que todas las administraciones tienen, a pesar de las buenas intenciones y de una corrupción ancestral, apenas alcanzaron a mejorar algunos aspectos de la economía y la política, aunque algunos cambios comenzaron desde que fueron presidentes Salinas y Zedillo. Aunque no lo parezca, México mejoró en algunas cosas y empeoró en otras, estas últimas caldo de cultivo de resentimientos perfectamente aprovechables por el populismo.

El hartazgo de la gente, la desesperación ante un discurso que, a la fecha, sigue siendo de odio y división, pero también, mucha razón en cuanto a que la pobreza creció y la violencia de la delincuencia organizada llegó a extremos rayanos en el terrorismo. La realidad es que falló todo, fallamos todos.

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A propósito de ello es importante ver cómo los propagandistas del actual régimen morenista ven aquella época; he aquí el link de un video que circula en las redes sociales: https://www.facebook.com/LUAGTOM/posts/1470542213130314?comment_id=1485330558318146&notif_id=1594953690026883&notif_t=feedback_reaction_generic

Muy tendencioso, pero lo que ocurre hoy es tan trágico como entonces, la diferencia es que la conclusión a la que llega el narrador del video tiende a ocultar el fondo tiránico del nuevo régimen. Lo que no dicen es que las ¿ideas? izquierdistas de López Obrador fueron las que en los setentas generaron las crisis económicas. Aún antes, en época de Lázaro Cárdenas comenzaron los intentos de insertar programas de izquierda con la nacionalización del petroleo, luego la nacionalización de los ferrocarriles, posteriormente los programas asistencialistas cuyo único propósito son ganar votos (jamás evolucionan a sacar al pobre de la pobreza), la creación de empresas estatales como la tristemente célebre CONASUPO (que López pretende revivir con otro nombre) luego el totalitarismo y el populismo más acendrado con Díaz Ordaz, Echeverría y López Portillo quien además nacionalizó la banca (todos los bancos eran empresas de gobierno), finalmente el comienzo de la debacle del PRI con la escisión que provocó el Partido Cardenista que evolucionó en el actual PRD, del cual siempre dije que era de priístas arrepentidos, hasta llegar a lo que hoy es morena. Todo eso no lo dice el video porque no les conviene o simplemente porque no estudiaron.

Hablan como si el PRI fuera ajeno a ellos, cuando lo peor de aquella época forma parte de morena. Chango viejo no aprende maromas nuevas, es imposible que se hayan vuelto buenos. digo para que ni siquiera hayan cambiado (creo) el himno del PRI que escribió el mismo López. Es una farsa, no hay que buscarle vueltas.

Diré que NO propongo. Ni una figura, ni a un caudillo, ni a un partido político, aunque yo tenga mi propia preferencia.

No obstante, sí me declaro enemigo del autoritarismo y del abuso. No estoy de acuerdo con nada de lo que hipócritamente propone López Obrador, y no quiero que regrese nada de lo que pregona o dice criticar. La pregunta no es qué propongo yo, sino qué propone la gente que conoce la historia y quienes queremos ver para adelante, en un ámbito de libertad, con la menor intervención del gobierno en la vida de las personas.

La verdad, querer buscar un caudillo o un mesías es la muy corta visión del ciudadano que espera un gobierno que le resuelva la vida.

Con ese pensamiento definitivamente no creo en un cambio positivo.

Continúa en el siguiente artículo: CAMBIO… AVANCE O RETROCESO.

Saludos.

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