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OPINIÓN Y ENFOQUE | ¿HACIA QUÉ LADO VAMOS A INCLINAR LA BALANZA?

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Hace algunos días escribí en mi muro de Facebook lo siguiente:

“Mientras sigamos promoviendo que la diferencia o similitud radica en lo relativo a la corrupción, en uno u otro sexenio, seguimos cayendo en el juego de López Obrador, igual si señalamos los resultados de unos y los cero resultados del otro.

El proto dictador tiene un plan de dominación en donde lo que menos le importa es si hace o no hace, lo de la corrupción para él es solo un discurso, así como lo de los conservadores y lo del neoliberalismo.

Aquí el tema es el modelo de pérdida de libertades y rectoría del estado que son mucho más importantes. Hay que recordar que si continuamos pensando en los beneficios que aporta papá estado entonces tenemos bien ganada la dictadura.

La razón de ser del poder público es generar para el ciudadano las mejores condiciones para que este se desarrolle y prospere individualmente, por tanto, las obras gubernamentales en cantidad y calidad dependen de lo que genere la economía de los ciudadanos.

Ahora bien, si hay gobernantes corruptos, es porque hay ciudadanos corruptos y la corrupción es resultado de una deficiente educación y de una cultura cívica que desdeña el cumplimiento de la ley.

No le busquemos glándulas mamarias a las hembras de aves gallináceas domésticas.

La victoria está en el voto ¿de qué lado inclinarás la balanza?”

***
Hoy, a una semana más o menos de dicha publicación en mi muro y ante la amenaza de desaparecer organismos como la CONAPRED y los más de cien que califica López Obrador como caros e inútiles, mucho me temo que es cuestión de realmente poco tiempo para que veamos la destrucción de organismos autónomos o, en el mejor de los casos, de su abducción a cargo de titulares perfectamente a modo para manipular sus funciones, convirtiéndolos en instrumentos de control clientelar, como ya lo hizo con la administración pública federal completa y con la Comisión Nacional de los Derechos humanos, plagadas todas ellas de oportunistas e ineptos.

Un asunto por demás preocupante sería el secuestro el Instituto Nacional Electoral (INE), al que sin duda ya le echó el ojo encima al calificarlo como el más caro del mundo y que no garantiza la limpieza de las elecciones.

Aquí es donde se queda uno perplejo, porque si fuera tan inútil como lo afirma, ahorita mismo no lo estaríamos sufriendo como presidente y no haría su stand up show todos los días.

El punto es que como todo buen proto dictador, en el momento en que tome posesión del control total del INE estaremos totalmente fritos y con toda seguridad no volveremos a tener elecciones en las que gane otro partido que no sea el del dictador. Visto en Venezuela y, si nos dejamos, próximamente en México.

Tampoco olvidemos que ya tiene incrustado en ese organismo a John Ackerman, uno de sus incondicionales, por demás consorte de la dama anticorrupción del país doña Irma Eréndira Sandoval, quienes entre ambos no han declarado ni justificado su fortuna en bienes inmuebles y encima, se han ofendido y hasta retado al periodista Carlos Loret de Mola.

Pues de esa calaña hablamos ahora, solamente de pensar en la posibilidad de que el hoy proto dictador se apoderara del órgano electoral de nuestro país. Sus intenciones son más que claras, quiere controlar las elecciones a su gusto, quiere convertirse en el máximo denunciante del fraude electoral y claro erigirse en el dictador de este país con todo descaro.

Ya amenazó con ser el héroe vigilante de las próximas elecciones en 2021, que suena desde hoy como una advertencia de que si no le son favorables a su partido, no aceptará los resultados como válidos.

Olvida sus atribuciones como titular del Poder Ejecutivo, bien le sería útil darle una estudiada al artículo 89 de la Constitución, pero sé de entrada que no las va a entender, o bien, podría pedirle a un experto constitucionalista que se las explique, como el Doctor Miguel Carbonell, pero no le va a hacer caso.

El punto es que se le olvida que las elecciones las califican los ciudadanos, por una parte, de modo que el INE, como autoridad, solo las organiza y capacita a los ciudadanos y es el órgano vigilante de que se cumplan las normas electorales, además de que es el que anuncia los resultados una vez que los ciudadanos han contado los votos y entregado las actas. Finalmente, valida la elección entregando las constancias de mayoría a los candidatos ganadores. A muy grandes rasgos es la función del INE. ¿Dónde está la intervención gubernamental o de algún partido político que incline la balanza en su favor?, en ningún lado, solo en la imaginación del pobre ignorante que ganó las elecciones presidenciales gracias a ese método que pretende “cuidar”. ¿Alguien cree a estas alturas en sus buenas intenciones?, pues de ser así ¡qué ingenuidad tan manifiesta!

Dijo López que también va a denunciar cualquier intento de fraude electoral que detecte. ¿En serio?

Por principio de cuentas, el delito de fraude electoral no existe, no hay tipo penal, pero bueno, eso no quiere decir que no haya figuras penales que tipifican otros delitos electorales, eso está muy bien. Nada más que hay un detallito.

Si don Lopitos tiene algún abogado asesor en materia penal, e imagino que es el Doctor Gertz Manero, Fiscal General de la República, debe de saber que el derecho penal no castiga intenciones, sino hechos, por lo que no hay delito por perseguir sino hasta que este ha sido ejecutado, sea o no que produzca el resultado. Entonces, resulta claro que el proto dictador lo único que quiere es “espantar con el petate del muerto” y hacerse pasar por un héroe que muy lejos está de ser.

Las instituciones no pueden ser mandadas al diablo, los ciudadanos no podemos permitir eso. Demasiado tiempo pasó para que lo que fue una dictadura de partido de poco más de setenta años fuera derrotada limpiamente en elecciones y que pudiera haber alternancia, como la hay ahora, para que un nostálgico proto dictador lleno de complejos y resentimientos, quiera volver a aquellos métodos, remasterizarlos y perpetuarse en un régimen autoritario que vendrá a significar la destrucción de un país tan maravilloso como México.

López Obrador es tan parecido a Hitler, por su cúmulo de inseguridades y rencores, como a Hugo Chávez, por su encanto populista y su capacidad de engañar a las masas. La combinación es aterradora y fatal ya que es capaz de hacer que la gente le crea las mentiras más descaradas y lo siga. Sabe cómo hacerlo y sabe cómo dividir a un pueblo entero generando división.

Comenté hace poco que en efecto su popularidad ha decrecido en gran medida; es verdad que mucha gente que votó por él está decepcionada y no creo que ninguno de los que no votamos por él haya decidido favorecerlo. Pero también es verdad que tiene el poder y tiene el dinero; también es verdad que, además de sus métodos divisionistas, juega con la necesidad de la gente, especialmente con la de los más pobres; y también es verdad que no es correcto creer en las estadísticas.

Como dije al principio parafraseando mi publicación, si solamente vamos a fijarnos en lo que hicieron otros y lo que no hace él en términos de resultados; si nos enfocamos en la serie de idioteces que dice a diario y destacamos sus ocurrencias evidenciadas inclusive a nivel internacional; si nos burlamos de sus bravatas y desplantes, en verdad estaremos perdidos.

¿Dónde hay qué pegarle para ganarle en las urnas?

En su plan de dominación. Simplemente como ciudadanos no podemos permitir que destruya las instituciones que nos permiten, a tiros y jalones si quieren ustedes, discutir democráticamente nuestras diferencias políticas y confiar en que, si hoy perdemos una elección, quizás a la próxima podremos ganarla.

Esta lucha no es de neoliberalistas contra morenistas, o de conservadores contra liberales, o de resentidos ex privilegiados contra transformistas, ni mucho menos de ricos contra pobres. Esto es más profundo y muy serio.

Ahora sí, mi muy querido lector, lectora ¿Hacia dónde vamos a inclinar la balanza?

Maestro Pablo González Olachea.

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Pablo González Olachea

Pablo González Olachea

Pablo González Olachea es licenciado en Derecho por la Universidad de Guanajuato, México. 1986.

* Máster en Dirección y Gestión Pública Local por la Universidad
Carlos III de Madrid. Granada, España. 2003.

* Especialista en Medicina Legal, Investigación Criminal y Policía
Científica. Universidad de Salamanca. España. 2003.

* Doctorante de Ciencias Políticas y Sociales. Universidad Mundial
campus La Paz, Baja California Sur. 2018. (Inconcluso)

* Más de treinta años de experiencia profesional en los estados de
Guanajuato y Baja California Sur, en áreas tales como consultoría jurídica,
administración pública, evaluación y control, responsabilidades de servidores públicos, análisis de contratos, investigación y análisis de información, desarrollo de proyectos, liderazgo, docencia y diseño normativo.

* Amplia experiencia docente universitaria en Derecho Constitucional,
Derecho Penal, Derechos Humanos y Garantías Constitucionales, Criminología, Administración Pública, e Investigación Jurídica especialmente en la Universidad Mundial, Campus La Paz, BCS y otras instituciones en el estado de Guanajuato.