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OPINIÓN | 1 DE 3 POR LA OPOSICIÓN

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En los años dos mil la estrategia de mercadotecnia ha cambiado profundamente la manera en que se comercializan productos, servicios y en general cada aspecto de la vida del ser humano. La política no es ajena a ello. En 2006, una frase pegajosa y contundente permitió la existencia hoy del partido político Nueva Alianza. “Uno de tres por la educación” sonaba constante en los medios. Uno de tres era, para ese proyecto en ese momento, la clave para poder creer en su razón de existir. Y buscar crecer.

Ayer domingo 5 de junio de 2022 se llevaron a cabo seis elecciones importantes en nuestro país. Seis gubernaturas en los estados de Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas. El resultado aparente será que dos de estas seis fueron para la oposición. O lo que es equivalente, 1 de cada 3. Y al escuchar a los presidentes de los partidos a solo unas horas de los resultados, da la impresión que el 1 de 3 era el envión anímico de cara al 24.

El triunfalismo de la alianza PRIANRD fue evidente. Con el presidente y los funcionarios de los estados que hoy dirige MORENA metidos a fondo en las elecciones de esos estados, el primer resultado esperado era que los seis estados se pintarían de guinda. Hablar de las violaciones a la ley electoral que se cometen sistemáticamente pierde sentido. La oposición al igual que el régimen son sucios y corruptos, y los ciudadanos lo toleramos por estúpidos. Así que las alegatas en ese sentido rayan casi en lo ridículo. No. No voy a hablar mal del presidente y su constante violación a la ley, la que se pasa por… alto.

Escuchar a Mario Delgado, presidente de MORENA, expresar con una falsa sonrisa y los ojos desencajados los “grandes” resultados, llamó profundamente mi atención. Oaxaca, por ejemplo, no llegó ni al 40% de participación. Tamaulipas, un estado que era seguro para el partido guinda, por los altos niveles de violencia y grupos delictivos, tuvo una elección muy cerrada. Hidalgo, un estado bastión priísta, y Quintana Roo, ex de sangre azul, fueron
victorias que celebrar. Por esto la preocupación.

Usted puede leer los números como quiera. Usted puede decir, al igual que Mario Delgado, que 4 es más que 6. Con siete billones de presupuesto federal, usados para casi nada, excepto hacer campañas y obras de pobres resultados (AIFA, Tren Maya, Dos Bocas, Tres Mentiras), los resultados obtenidos no eran los de la agenda. El país está dividido. Seguirá dividido, y es claro que esto es un 50 y 50. Hoy el presidente tendría que haber estado en la cumbre de las Américas. Y no logró resultado tampoco. Un discurso agresivo para mostrar músculo, se convirtió en un giro que podría ser terrible para la inversión extranjera a México. Esto es malo de cara a las elecciones presidenciales.

Otra vez tablas. Si, nuevamente, 4 es más que 2. ¿Cierto? La realidad política marca que no. Al menos a mi parecer. Como loco que estoy, no debe tomarme en serio. Peo ayer, el partido que más ganó no tuvo en ningún lado más del 10%, pero fue el tercero en todo. Individualmente, alguien que no participó en la contienda fue el gran ganador. Un Senador de la República que cada día se posiciona más. Al menos sus fichas. Y la clave del 24 pasará por la elección del 23 en Edo de Méx. El primer ensayo de la gran alianza, pintándose de naranja. ¿Cuál será esa alianza? Alito Moreno ya dió el primer paso. No titubeó.

Robar Hidalgo y Quintana Roo, aunque suene fuerte, de cara al 24 no es clave. Mantener Durango y Aguascalientes, uno de los estados más vanguardistas el segundo, son bocanadas de valentía. La bajísima participación en Oaxaca, donde no operó la oposición (usted investigue por qué, no hay borracho que coma lumbre), y el resultado de Tamaulipas con todo y el crimen operando a todo dejan severas dudas, con candidatos cada día más débiles por todos lados. Y eso, para la oposición es aceptable, pero para el Régimen Oficialista es preocupante. La pandemia empieza a levantarse y las consecuencias de haber tirado todo el dinero en campañas empieza a sentirse. La gente empieza a pedir resultados, y el dinero será más escaso.

México es un país rehén de su pésima clase política, no importando el color. De los ciudadanos que no participan. De los medios que generan siempre tendencia y no información gruesa. Eso no es nuevo. Lo único nuevo que se aporta hoy de cara al 24 es el reflejo contundente de la importancia de tener un sistema de dos vueltas. Porque ha quedado claro que, como en muchos países con sistemas democráticos similares, la pulverización de los resultados es cada vez menos diluyente. Y dos fuerzas grandes se disputan el control de los estados. Aceptarlo sería ayudar a frenar el presidencialismo que tanto daño le ha hecho a nuestro país. De cualquier color, vale más repetirlo.

El 24 empieza a apestar en el panorama político, no sin antes tener una fuerte parada que hacer en el camino, en el año 23. Y sin ofender la importancia de Coahuila, el ensayo del Estado de México, será la verdadera prueba y negociación. Los grupos harán lo que sea necesario. Y los resultados de ayer avalan a todos para vender sus fichas y establecer posiciones. Hoy, como nunca, el resultado del 24 para la oposición comenzará por pintar de naranja el estado de México. Y el PRI parece entenderlo y ofrecerlo. Uno de tres por la Oposición. Los otros dos ya los tienen. Como siempre, perdón por su tiempo y gracias por su lectura.

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