Después de mi viaje reciente a Ciudad de México donde tuve la oportunidad de participar en agenda de trabajo con el canciller MARCELO EBRARD, he mantenido sobre la mesa de análisis y reflexión, esa que lleva uno en la cabeza todo el tiempo, tres temas importantes que han despertado en mí, gran interés, y sobre los cuales he centrado varias horas de estudio esta semana.

¿A qué hora escribes?, me preguntan. La verdad no es que uno se levante, prenda la computadora y diga, “ha llegado el momento de escribir”. La escritura la hacemos durante las 24 horas del día, aún en el subconsciente. Tengo muy clara una ocasión en la que no lograba factorizar una ecuación y al despertar a la mañana siguiente, tenía la respuesta, prueba entonces de que nuestro cerebro sigue trabajando aún durante las horas del sueño. Además, escribimos parados, haciendo ejercicio, cocinando o en el súper mercado conversando con la gente. La escritura es la serie de impresiones que recolectan nuestros sentidos y son interconectados por el cerebro en forma de análisis. Además, a través de la lectura también se escribe, generando un momento donde se enarbolan los silogismos entre juicio, experiencia y conocimientos almacenados.

Bien. Me he tardado un poco más esta semana porque mi espacio mental estuvo muy ocupado en diversas áreas generando tanta emoción que casi me desbordo. Pero hoy gracias también al excelente grupo de mujeres que me acompañan en el día a día, me encuentro gratamente aquí, en la antesala con ustedes.

Hoy de los tres temas que les mencioné, quiero hablar de uno muy importante, la INFLACIÓN que actualmente vive el país, lo haré de forma objetiva y congruente, características fundamentales en el diálogo en cualquier ámbito.

El alza de precios que está viviendo el país es evidente, y ya es un tema de conversación en todos los espacios. El día de ayer por ejemplo, al asistir al mercado público de la ciudad de La Paz, después de varios meses de no hacerlo, al entrar, inmediatamente percibí la escasez. Me acerqué con la señora de las frutas y verduras quien tenía menos de la mitad de sus estantes y al intercambiar el saludo inmediatamente me comentó del alza de los precios en el mercado de abasto y la escasez de algunos productos. Me preguntó ¿Qué está pasando?

Si hacemos un análisis retrospectivo a 3 años para comparar los niveles de inflación, encontraremos que en el año 2020 la inflación se mantuvo en el rango objetivo del Banco de México, con una tasa anual del de 3.15 por ciento. Durante el 2021, esta se disparó por encima del doble a una tasa de del 7.37 por ciento anual y este 2022 se proyecta que cierre a un 7.8 por ciento anual.

La verdad, es que existen las siguientes causas que han provocado la inflación que está viviendo México:

• La pandemia del COVID-2019.
• La escasez de agua provocada por el cambio climático.
• La guerra de Rusia contra Ucrania

Como pueden darse cuenta el efecto inflacionario en México, es una consecuencia del mercado internacional y de los efectos del medio ambiente debido al cambio climático, lo que ha provocado las alzas de temperaturas y faltas de lluvia, limitando enormemente al sector agropecuario.

Desafortunadamente siguen apareciendo enfermedades que están traspasando sus fronteras de origen con facilidad, el mundo sufre los embates del cambio climático y persiste la ambición hegemónica y destructiva de países como Rusia y sus acciones detestables contra Ucrania, lo que en vida, probablemente hubiera llevado a Bárbara Tuchman,  a extender su famoso ensayo sobre la insensatez de los gobernantes. “La marcha de la locura; la sinrazón desde Troya hasta Vietnam” (cambiándolo por “desde Troya hasta Ucrania”).

¿Qué está haciendo el gobierno para ayudarnos?, me pregunta la señora del mercado.

El gobierno, además de DESTINAR RECURSOS A LOS PROGRAMAS SOCIALES logrando con ello que no se detenga el consumo, evitando que se disparen las tasas de interés y aumente nuestra deuda privada y pública, ha implementado también,  el PACIC (PLAN DE GOBIERNO CONTRA LA INFLACIÓN Y LA CARESTÍA), mediante el cual se está subsidiando la energía eléctrica doméstica, la gasolina y se  mantiene la estabilidad de los productos de la canasta básica. De no implementarse este programa, hoy estaríamos hablando de niveles mayores de inflación.

Una de las tareas fundamentales en el fortalecimiento del mercado interno que requiere México, principalmente en su sector agropecuario para garantizar la seguridad alimentaria, la tiene a cargo, nuestro canciller, MARCELO EBRARD, quien deberá mantener la relación con nuestro principal socio comercial, Estados Unidos de Norteamérica, evitando que se fijen aranceles a las exportaciones agropecuarias mexicanas, acelerar las importaciones de los productos básicos que requiere el país por falta de producción nacional, limitar las exportaciones de maíz, promover más acuerdos para importar leche y los fertilizantes que requiere el campo (mientras no logremos abastecer nuestro mercado interno con nuestra propia producción nacional).

Además de ello, nuestro canciller, MARCELO EBRARD, tiene la tarea fundamental de defender la soberanía energética del país frente a Estados Unidos y Canadá en el marco del T-MEC. Pero de esto último, les hablaré la próxima semana.

¡Gracias por llegar hasta aquí!

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